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Chris admiró todo el lugar al entrar y ver como ahora los dos niños debatían entre comer o no hacerlo, pero tenían que ser sinceros, todos allí estaban hambrientos.
Seguro o no, parecía ser comida recién preparada.
—Apoyo a Grover—Dijo la castaña ganándose la atención de ellos, Percy sonrió un poco, ¿Acaso lo apoyó indirectamente a traves de su amigo?
Cuando el chico estaba por decir algo la presencia de una fastidiada y dudosa Annabeth Chase lo interrumpe, la niña sabía que era mala idea pero había decidió entrar, tenía que asegurarse que no iban a ser un adorno más para el jardín de Medusa.
—Gracias por venir—Agradeció el mestizo de Poseidón hacia ellas.
—No es lo mismo para mi que para ustedes—Aclaró de trenzas con seriedad, si Sally Jackson le había contado todo sobre Medusa ¿Por qué seguía confiando en un monstruo como ella?
—¿Por qué?
—¿Te preocupa que te guarde rencor solo porque eres la hija de Atenea?—Escucharon otra voz más adulta, la mujer que convertía a las personas y criaturas mitológicas en piedra hizo aparición de nuevo en el comedor haciendo que todos bajaran la mirada o cerraran los ojos ante su presencia—No te preocupes, no somos nuestros padres después de todo y quizá tengamos más cosas en común de lo que crees
Una sensación de comodidad recorrió la espina dorsal de la castaña, escuchar lo que ella creía en otra persona se sentía diferentes pero al mismo tiempo le causaba tranquilidad, sobre todo cuando hace mucho que había flaqueado en tratar de enorgullecer a su madre, todo lo que hacía lo hacía por su padre.
No era su madre y mucho menos quería serlo, escuchar a Medusa decir eso la hizo sentir bien.
—Por favor, siéntense y coman—Pidio con una voz dulce mientras terminaba de servir la limonada en los cuatro vasos de vidrio vacíos que estaban en la mesa.
Duda y silencio.
Chris suspiró antes de caminar con la mirada baja hacia una silla para sentarse, si Annabeth le gritaría después por eso, que lo valiera, con la barriga llena estaría lista para afrontar lo que su mejor amiga tuviese para decirle.
Medusa sonrió atraves del velo de su sombrero al notar como los dos niños imitaron la acción de la hija de Artemisa, quizás era bastante justa como su madre, pero ni en sus mejores sueños la diosa de la caza hubiese aceptado acercarse a ella como lo hacía su mestiza.
—Si no eres un monstruo ¿Qué eres?—Cuestionó Percy tomando un pequeño dulce de fresa para colocarlo en el plato de Chris que frunció el ceño confundida pero el chico no le devolvió la mirada, solo recordó lo que le había dicho el otro Chris en una de las cenas "Las fresas son sus favoritas, pero no le digas a Luke, o me asesinará si sabe que hablo de ella contigo"
