𝙏𝙃𝙀 𝘼𝙍𝘾𝙃𝙀𝙍 - pjo

28 | epilogo

Percy respiró agitado apartando su mirada de la camiseta naranja para guardarla en su mochila; otra vez se había disociado de la realidad.

Era su último día en el campamento antes de regresar a casa, necesitaba saber que Hades había regresado a su madre, decirle el por que nunca había podido sacar esas imágenes de su cabeza, lo recordaba cada vez que cerraba sus ojos, nada podía hacerlo olvidar lo que había pasado en toda misión.

Los sueños y recuerdos lo perseguirían para siempre.

Quirón se lo había dicho, nada sería fácil de ahora en más, no después de Luke, no después de Cronos y mucho menos después de Chris.

Su Andromeda.

—Quirón me lo ha dicho... ¿Irás a casa?—preguntó a la de cabello oscuro que estaba despidiéndose del árbol de Talia.

Le había costado unos cinco minutos en encontrarla, pero al final, todos los caminos lo llevaban a ese lugar que era tan especial para ello como lo era para cada campista en el campamento.

—¿Como crees que se sienta ella con todo esto?—Volvió a preguntar, la única diferencia era que ahora la niña se volteo para mirarlo con una sonrisa.

—Es un árbol, anguila, no creo que expresa opiniones—Respondió la de ojos claros pero antes que pudiese decir algo más, los brazos de Percy la tomaron de la cintura para levantarla del suelo y hacerla girar.

Justo como en la playa cuando oficializaron su relación.

Pero él no podía estar más feliz de tenerla allí, por eso en cada minuto no desaprovechaba la oportunidad de abrazarla, besarla o decirle lo mucho que la amaba.

Aún no comprendía como era posible, de hecho nadie lo hacía.

Pero nadie lo cuestionaba porque quizás había sido un regalo de los dioses para el salvador del Olimpo.

Aunque, había sido un regalo para la diosa Artemisa de parte de su hermano Apolo, quién obligo a su hijo, el Dios Asclepio a preparar la cura para muerte antes que la joven Millegan cruzara por completo el velo.

No había caído en batalla, se había sacrificado, hasta Hades había respetado eso, por eso, las puertas de la muerte estaban cerradas para ella.

—Nunca voy a dejarte ir de nuevo, Andromeda—susurró el rubio apartándose de la castaña para extender su mano y acomodarle la flor que amenzaba con caerse de su cabello debido a la vuelta que le había dado—Aunque nunca me cansaré de decirte que me gustaba más el rubio.

Chris rodó sus ojos antes de golpear levemente el hombro de su novio.

—¿Seguro que no es porque te recuerda a Taylor Swift?—Fingió celos al recordar que Percy le había cantado el álbum completo de 'Lover' hace dos días en su primera cita.

Jamás podría olvidarse de eso.

—No... yo... bueno...

—Bromeo, Perseus... aunque lo digas tanto o Silena va a teñírmelo de nuevo, bastante me costó que me ayudara a recuperar mi color—Se quejó la de ojos azules en tono de burla antes de admirar como su novio no se había quitado el collar de cuentas que le había dado desde que entraron al inframundo.

De todas formas no esperaba que lo hiciera, siempre sería su regalo para él.

—¿Esto es un adiós?—Preguntó Percy jugando con sus manos, al menos así fue hasta que la joven hija de Artemisa se las tomó para calmarlo.

Justo como él lo hizo en el templo de Atenea.

—Creí que juramos no volver a despedirnos, Percy Jackson—el rubio levantó su mirada para sonreírle esta vez para mostrarle sus perfectos y alineados dientes, era todo lo que deseaba, a ella y ahora, a su madre, una parte de él estaba seguro que Hades cumpliría su promesa porque... ahora sabía que su padre lo obligaría.