Cinco minutos.
Quizás ese debería ser su nuevo número de la suerte, pensó Chris con las mejillas totalmente rojas antes el interrogatorio que Grover llevaba haciéndole cuando se quedaron afuera del emporio de colchones en rebaja por esos minutos.
—De acuerdo, solo tengo una ultima petición Chris, ¿Crees que nombrarían a su hijo como yo?—Preguntó con la mano en su mentón de manera pensativa, Grover era un buen nombre, representaba todo lo bueno.
Solo tengo 12, se repitió la semidiosa asustada, hace un par de meses temía al compromiso más allá de la hermandad que existía entre ella y sus únicos mejores amigos, ahora que se había dado una oportunidad para experimentar todo esto, se preguntaba si estaba creciendo muy rápido ¿Boda, niños?
Estaban asustándola.
—¿Ya terminaron?—Preguntó Chris tras abrir la puerta de cristal, lo primero que vio fue a un hombre con apariencia muy mayor atrapado en una cama morada.
Procusto.
La rubia quizo acercarse a Percy para preguntarle si estaba bien, después de todo, conocer a quienes serían tu familia en este mundo nunca resultaba conmovedor, ella lo sabía por experiencia propia; sin embargo, cuando trató de hacer lo que pensaba, el niño de dorado cabello solo negó con una sonrisa para tomarle la mano a la joven Millegan y entrelazarla suavemente.
Solo necesitaba eso, algo real, tenerla cerca le transmitía la seguridad necesaria para saber que él sería lo suficientemente fuerte para recuperar a su madre del inframundo, darle un abrazo, decirle lo mucho que la amaba, que la entendía, necesitaba presentársela a Chris.
Aunque estaba completamente seguro que su madre la adoraría y amaría, justo como él lo hacía.
"No pasar" leyeron en su mente los tres niños y el sátiro cuando entraron a la oficina del monstruo para visualizar una gran puerta negra con la advertencia del letrero.
—¿Este es el camino correcto?—Preguntó Percy hacia todos pensaban.
¿Qué más podría ser?
—Definitivamente es el camino correcto—Respondió Chris cuando Grover abrió la puerta y un penetrante olor a putrefacción y azufre se impregna en sus fosas nasales, eso y los varios gritos de agonía que se escucharon en toda la oficina—Eso o alguien dejó allí un cartón de leche por 100 años
—Vamos, la leche no existía hace 100 años, solecito—Bromeo Percy para aligerar el momento pero las dos semidiosas se miraron con una extraña mueca de burla, estaban completamente segura que las vacas existían hace más años.
—¿Nunca te cansas de tener razón, sesos de alga?—Cuestionó Annabeth con sarcasmo ganandose una mala mirada de Percy, de acuerdo, no lo había pensado pero ¿Podían culparlo?
ESTÁS LEYENDO
𝙏𝙃𝙀 𝘼𝙍𝘾𝙃𝙀𝙍 - pjo
أدب الهواة-"Los dioses tienen planes para nosotros... no controlanos nuestra vida pero quizas si nuestro destino"