ฅ PSУCHФGΞИΞSIS ฅ ↳ℝ𝕖𝕖𝕕𝟡𝟘𝟘

ฅ 『𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 ⑫』 ฅ

Advertencia sobre cosas que aparecerán en la historia: Violencia, Asesino serial, Vocabulario vulgar, Manipulación, etc.

⪼ Mi enemigo ahora es dueño de mi vida. ⪻
- 𝕽𝖔𝖒𝖊𝖔 𝖞 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖆

┏━━━━━━・✾ 『ฅ』 ✾・━━━━━━┓

•𝚛𝚎𝚜𝚒𝚍𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚐𝚊𝚟𝚒𝚗 𝚛𝚎𝚎𝚍
•𝟷𝟿-𝟶𝟸-𝟸𝟶𝟺𝟶
•𝟸𝟸:𝟸𝟸:𝟸𝟸 𝚑𝚛𝚜

El timbre sonó.

Y apenas el ruido llegó a sus oídos, el androide adquirió un nuevo sentimiento: el pánico.

Su corazón artificial latió apresurando junto al bombeo de Thirium por todo su cuerpo, sentía sus dedos temblar sin que pudiera ordenarles que paren.

El miedo extremo a ser descubierto le golpeó, un golpe que él tanto decía merecer, ya no lo quería.

Se sentía mal.

Esto estaba mal.

Era una terrible idea.

Aquellas personas no guardarían el secreto, porque solo una persona tan poco cuerda como Gavin Reed era capaz de comprender y empatizar con alguien como él.

Un asesino.

Sin esperar ni un segundo más, su sistema codificó la información y, tras procesarla, encontró una solución para el nuevo sentimiento: huir.

Transformándose en su gatuna figura, huyó y se protegió en la habitación que ahora compartiría con su confiado dueño.

Si todo salía mal ¿Dónde quedaría él? No volvería a ver al Detective, terminaría fusilado y almacenado en el basurero androide de la revolución de hace un año.

═ ¡Nines! ═ Escuchó la hipnótica voz del Detective llamando a su nombre, lo único que recibió fue silencio, y otra tocada de timbre.

Un lugar seguro, oscuro, cálido, solo le faltaba una cosa para tranquilizarse: Gavin.

El mencionado, suspirando, sentía como los nervios le provocaban hormigueos en las manos, la actitud de Nines le hacía pensar en que quizá confiaba demasiado en las personas equivocadas. Que quizá podrían hacer las cosas de una forma diferente, más segura, sin exponer al androide a otras personas las cuales eran muy moralmente correctas, o, bueno, por lo menos Connor lo era.

Inhaló, esperó, y exhaló.

Podía hacerlo, debía hacerlo. Necesitaba ayuda en la investigación. Pero, lentamente, se estaba arrepintiendo.

Su dudosa mano se colocó sobre el picaporte, el cual giró lentamente. Tras la puerta de madera lo recibían Connor y Hank, quienes estaban muy curiosos por aquel inesperado citado.

¿Qué podría ser tan importante y privado como para que el Detective Gavin Reed te invite a su casa en la noche?

Si preguntan, no, sexo no.

Fueron invitados a entrar y, en el segundo uno, sintieron algo extraño:

¿Desde cuándo Gavin se había vuelto una persona ordenada y limpia?

El hogar relucía, el ambiente deprimente que antes transmitía ya no existía, en cambio, lo sustituía un aire limpio, unos muebles brillantes, un lugar bien distribuido, platos limpios y un aroma a perfume para interiores.

Algo andaba mal.

El humano más joven habló, pidiendole amablemente a sus invitados que tomaran asiento en aquel largo sofá principal en el living.