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ฅ 『𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 ⑲』 ฅ

Advertencia sobre cosas que aparecerán en la historia: Violencia, Asesino serial, Vocabulario vulgar, Manipulación, etc.

"Sé leer mi futuro en mi actual miseria."
⪼ 𝕽𝖔𝖒𝖊𝖔 𝖞 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖆 ⪻

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El nocturno cielo era una gran pintura siendo vista por cientos de sus amantes.

Las enormes nubes cargaban con la electricidad suficiente como para soltar rayos, refucilos, de un hermoso color amarillo.

E incluso si eran demasiadas, y muy altas, las amables nubes dejaban un espacio en el cielo para que la luna pudiera brillar sobre la Tierra. Siendo el deleite de múltiples seres vivos que la miraban fijamente.

Aquel olor característico de la lluvia entraba por el sistema respiratorio de todos los humanos en aquella zona de Detroit.

Pronto habría una tormenta, el fuerte viento le advertía a las personas que entraran la ropa que habían colgado a la intemperie.

Sin dudas, una hermosa noche.

Nines observaba la belleza del cielo, apreciando cada segundo que seguía con vida, incluso si sentía que merecía la muerte. Respirar hondo, inhalar, mantener, y exhalar, era lo único que podía hacer. Sentía el frío viento golpear su piel, mover su ropa, su cabello.

Se sentía tan bien. Tan pacífico incluso si todo su mundo se estaba derrumbando justo delante de él, sin poder hacer nada por cambiarlo.

...

No quería morir.

Si, sabía que habían posibilidades de que ir hacia sus mayores temores, no era sinónimo de muerte. Pero... el terror intentaba con todas sus fuerzas paralizarlo, para que dejara de resistirse, y finalmente muriera ante el miedo.

Justo esa noche, el karma le devolvería todo aquel daño que causó.

Solo... no quería que Gavin pagara por sus errores.

Si iba a morir, moriría salvandolo.

Un rayo cayó desde el cielo justo en el momento en que aquella camioneta negra se estacionó frente a él.

Cerró los ojos, y aceptó que su vida era miserable.

Desde que fue activado, todo fue de mal a peor, menos... él.

Él lo salvó tantas veces sin darse cuenta. Si tan solo supiera las ideas que tenía en su mente... no quería llegar a imaginar el horror que sentiría.

No quería preocuparlo, solo... quería agradecerle, antes de que borren todo su ser, por haber estado siempre ahí para él, durante estos importantes meses.

Unas manos se aferraron a él y lo atrajeron hacia la oscuridad de la camioneta.

Una noche en la que muchos estaban comiendo en familia, otros se la pasaban solitarios, otros con sus mascotas. Pero, en el peor de los casos... Algunos estaban siendo secuestrados justo en ese mismo momento en el que a él lo ataron contra aquella camilla de metal dentro del vehículo.

Mientras que, otro, estaba sumergido en la oscuridad de su jaula, respirando hondo para intentar tranquilizarse y dejar de llorar después de tantas horas haciéndolo. Cada ruido que oía le asustaba, y se hacía más pequeño en el suelo, intentando dejar de pensar en que su hora ya llegaría.

Al RK900 le colocaron un bozal para humanos, y, simplemente, aquella camioneta viajó a través de las calles oscuras de Detroit, mientras gente que no sabía lo que ocurría, sonreían felices a sus seres queridos.