Bad Boy » Kim Taehyung [BTS]

𝟮𝟳 | Un lugar para huir

CAPÍTULO 27

𝐍𝐀𝐈𝐀
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—¿Y ya? ¿Eso fue todo lo que dijo? —Pregunta Lisa antes de meterse la pajilla de su frappé a la boca.

Estando a pocos días del viaje a la playa, Lisa y yo salimos a hacer unas compras juntas para el viaje. Ella quería comprarse unos vestidos y salidas de baño mientras que yo estoy en busca de accesorios, como lentes, sombreros y joyas a prueba de agua para usarlos todo el día.

Mientras caminamos por las tiendas, observando lo que hay de muestra en los maniquíes, el tema de mi cita con Taehyung fue inevitable. Además, requería de la opinión de la pelinaranja para analizar qué fue lo sucedió en la última parte de mi noche con Tae.

Sinceramente —y así como le digo a Lisa—, creí que Taehyung iba a pedirme ser su novia; ya que de eso me ha estado hablando desde que hicimos ese trato de la cita. Pero me sorprendió mucho cuando eso no pasó.

No sé si trata de cuestión de tiempo o de algo más. La verdad me gusta pensar que Tae aún se siente nervioso, ya que eso me conlleva a ser su primera novia; pero sus antecedentes con otras chicas... No lo sé, prefiero no decirlo.

—¿Y qué pasó cuando te devolvió a tu casa? ¿No se disculpó? —vuelve a preguntar Lisa.

—Estuvo muy callado y yo tuve que despedirme de él. —Digo un tanto decepcionada—. Te digo que todo se volvió incómodo luego de que él hiciera como si no me hubiera escuchado.

—Que estúpido —bufa ella.

—Pero aun así me gustó mi cita con él. Mi parte favorita fue cuando comimos helado.

—Pues obvio, no me vas a decir que tu parte favorita fue cuando fue un cobarde, duh. —Bromea.

Lisa y yo seguimos caminando entre los estantes, revisando accesorios mientras yo intento no pensar demasiado en la noche anterior. Pero es imposible. 

—¿Y ahora qué piensas hacer? —pregunta Lisa mientras sostiene un sombrero de ala ancha frente a un espejo. 

Suspiro, pasando los dedos por una fila de collares de cuentas. 

—No lo sé. Supongo que esperaré a ver cómo actúa en los próximos días. 

Lisa resopla, dejando el sombrero en su sitio. 

—O podrías preguntarle directamente qué le pasa. 

—¿Y qué se supone que diga? "Oye, ¿por qué actuaste como si hubieras visto un fantasma cuando estábamos a punto de tener un momento especial?" 

Lisa se ríe y me da un leve codazo. 

—Sí, exactamente así. 

La fulmino con la mirada, pero ella sigue sonriendo, divertida. 

—Hablando en serio —continúa—, te gusta, ¿no? Y él también parece interesado en ti. No creo que lo haya hecho a propósito. 

—Eso quiero creer. 

Lisa toma un par de gafas de sol y se las prueba antes de continuar: 

—Tal vez se puso nervioso, tal vez le dio miedo arruinarlo... O tal vez es un idiota. 

—O las tres cosas —completo, haciéndola reír. 

Pero en el fondo, sigo sin saber qué pensar. Porque por más que quiera darle el beneficio de la duda, hay algo en la forma en que esquivó el momento que no puedo ignorar.