« 16 - ¡Gracias! »

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El menor sintió sus mejillas arder al escuchar la propuesta del pelirubio.

¿Una cita?

— Y-yo... — no sabía que decir.

— Vamos, será divertido — alego el mayor con una sonrisa — además, de que ya no me verán como un loco por hablar “solo” — hizo las comillas con sus dedos — ¿Qué dices?

— C-creo que si... — respondió en un susurro, pero lo suficientemente audible para Ricky.

— Genial — dijo alegre — en marcha mi pequeño cupido — tomo su mano, parandolo del sofá y así salir de la casa.

Nuevamente, el extraño cosquilleo en su estómago al sentir la mano del mayor tomar la suya. Aunque no fue el único que lo sintió.

[•••]

— Hyung, ¿Dónde estamos? — pregunto el menor con curiosidad.

Durante todo el camino, Ricky se negó a decirle dónde iban. Y eso le ponía un poco ansioso; además de nervioso.

Pero ahora que llegaron a su destino — o eso supone — puede ver a muchas personas caminar de un lado a otro, muchos juegos extraños y dulces que el jamás había visto.

¿Dónde estaban?

— Estamos en un feria — contesto su pregunta — es como un parque de diversiones — trato de explicar.

El menor lo escucho con total atención.

— Y, ¿Que haremos? — pregunto con emoción.

— Lo que tú quieras — dijo — ¿Qué quisieras hacer primero?

El menor lo pensó unos segundos, luego comenzó a ver a sus alrededores, hasta que algo llamo su atención.

Un lindo patito color amarillo pastel estaba colgado en uno de los puestos del lugar.

— ¡Quiero ese patito! — dijo sonriente señalando lo mencionado.

El mayor miro lo señalado y nuevamente tomo la mano del pelicastaño para ir hacia el puesto y ganar el peluche que su cupido quería.

— ¡Oh! Mis primeros clientes — dijo la señora que atendía el puesto con una sonrisa — pero que linda pareja — halagó la mujer mirándolos con ternura — ¿Va a ganar un premio para su novio, joven? —  le pregunto a Ricky.

— Eh... N-no somos novios, es un amigo — dijo con un ligero sonrojo en las mejillas.

— Oh, lo siento tanto — se disculpó la mujer — es que parecían una pareja de enamorados — dijo con algo de pena — pero bueno, ¿Les gustaría intentar llevarse un premio? — ambos asintieron — ¡Perfecto! Solo tienes que dar en el blanco — explico — no es tan difícil.

— Lo haré — dijo Ricky confiado, le entrego el dinero a la señora y empezó el juego.

— ¡Vamos Hyung! — apoyo el menor con una dulce sonrisa en su rostro.

Tenía tres intentos, y no quería fallar en ninguno.

No quería ver la carita de decepción de Taerae si perdía.

Por suerte, en el primer y segundo intento logro darle al blanco.

Tiro el último y cruzo los dedos para que diera también en el blanco.

Y para su suerte, si fue así.

— ¡Felicidades! — dijo la mujer con una sonrisa — ¿Qué premio desean? — les pregunto a los jóvenes.

— El patito por favor — dijo señalando el mismo que Taerae le había señalado hace unos minutos atrás.

— Claro — tomo dicho peluche y se giró hacia Taerae, quien estaba saltando de la emoción por tener el lindo patito — ten Taerae — se lo entrego.

El menor lo tomó con una gran sonrisa en su rostro, estaba feliz de que su Hyung lo haya conseguido para el.

— ¡Gracias Hyung! — dijo alegre, se acercó al mayor y plantó un tierno beso en su mejilla.

La encargada del puesto rió de ternura al ver a ambos de esa manera, por otro lado; Ricky no podía estar más sorprendido por el repentino beso que le dió el pelicastaño.

Sintió su corazón latir y un inmenso calor por todo su rostro.



Puede que se venga nueva Adaptación Rirae, la publicaré al término de esta historia, es una historia muy bonita! ༎ຶ⁠‿⁠༎ຶ

¿Me enamore de mi cupido? (Rirae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora