¿Me enamore de mi cupido? (Rirae)

« 02 - ¿Cupido? »

El pelirubio se encontraba mirando a su crush comer a unas 3 mesas de distancia de él.

“¿Por que es tan hermoso?” se pregunto con una sonrisa boba en su rostro.

Cualquiera que lo viera diría que parece un loco acosador, y sin duda alguna lo era.

Talvez no un acosador profesional ya que esos ni se dejan ver, pero este, reprobó en ese examen.

Eliminó su sonrisa al ver cómo aquella jirafa pelinegra se acercaba a su “Matty”

— Quién se cree ese jirafon al tocar a mi Matty de esa manera — dijo indignado al ver cómo el pelinegro acariciaba una de las mejillas del pelicastaño.

Estaba apunto de pararse eh ir a reclamarle, pero luego recordó que el castaño apenas y recuerda su nombre. No quiere una humillación tan temprano.

Asique solo soltó un pesado suspiro y volteo la mirada, agarro su cajita de jugo de fresa para comenzar a beberlo amargamente.

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El receso al igual que la jornada escolar había terminado y el rubio estaba regresando a su hogar con una bolsa de hielo en su mejilla.

¿Por qué?

Pues Matthew lo había golpeado al encontrar una nota "anonima" dentro de su casillero.

Inmediatamente supo que se trataba del mayor; y claramente no se equivocaba.

— Matthew golpea como el demonio — se quejo Ricky al pasar su lengua por la mejilla golpeada.

Al llegar a su casa se encontró con algo que no pensó encontrar.

Un chico de cabellos castaños, jeans rasgados y una casaca gris 2 talla menos que él, se encontraba sentado en la puerta de su hogar apoyando su cabeza en sus rodillas y con la mirada al frente junto con un ligero puchero.

Admitía que aquel chico se veía tierno, pero por otro lado....

“¿Que demonios hace ese chico en la puerta de mi casa?”

Se acercó de manera lenta, y cuando estuvo frente al chico se dió cuenta de que esté se encontraba durmiendo.

Lo sacudió un poco para poder despertarlo.

— Oye, despierta.

— No... Jinnie, déjame dormir — susurro el pelicastaño somnoliento.

— ¿Jinnie? — quiso reír por el extraño apodo — Hey, despierta — lo volvió a sacudir está vez un poco más fuerte.

El extraño dió un pequeño brinco asustando al rubio, el cuál también dió un brinco del susto.

— ¿Eh? ¿Dónde estoy? — comenzó a preguntar el pelicastaño mientras tallaba sus pequeños ojos.

— Pues.. estás en mi casa, ¿Quien eres? — dijo Ricky confundido.

— ¿Tú...casa? — el extraño levanto su mirada hacia el rubio y una gran sonrisa se formó en su rostro mostrando sus lindos hoyuelos — ¡¿Tu eres Shen Ricky? — dijo emocionado mientras se paraba de su lugar.

— Si, ¿Por qué? — el pelirubio se estaba preparando para salir corriendo y llamar a la policía, de no ser por lo que dijo ese extraño pelicastaño.

— Soy Kim Taerae, tu cupido personal, mucho gusto — hizo una pequeña reverencia.

“¿Cupido? ”