« 20 - Problemas »

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Hanbin se encontraba en su oficina suspirando pesadamente, tratando de encontrar una solución que no implique... Bueno, que no tenga que llegar a ese gran extremo.

Pero se asustó de sobremanera al escuchar la puerta ser tocada bruscamente.

Comenzó a guardar los documentos que tenía en la mesa rápidamente pero antes de que el dijera el “pase” la puerta fue abierta bruscamente.

— Pase... — susurró.

Pero se alarmó aun más al ver que se trataba de su superior, quien entró hechando — no literalmente — humo por las orejas.

Se paró rápidamente de su asiento e hizo una reverencia.

— B-buenos días superior Zhang — dijo de manera nerviosa.

Mierda.

Sabía que si Zhang Hao estaba ahí, en ese estado, era por qué ya se había enterado.

— Hanbin, explícame lo que está pasando ahora mismo — pidió de manera calmada.

— ¿A-a que se refier-

El mayor golpeó la mesa fuertemente, interrumpiendo y asustando a Sung.

— Kim Taerae — fue lo único que dijo, creyendo ser lo suficientemente claro.

Y claro que lo fué.

El pelinegro trago duro y se resignó, sabía que mentirle a uno de los superiores solo traería más problemas.

Soltó un largo suspiro antes de hablar.

— Kim Taerae, cupido primerizo, está en la tierra con su misión, Shen Ricky — informo lentamente.

Vio al mayor levantar una ceja, esperando a que siga con sus palabras.

— Desde hace un mes está en la tierra, su misión va bien, está avanzando con-

— No es cierto — exclamo furioso el mayor — y tú lo sabes, por eso lo estás evitando.

— No se a que...

— Si lo sabes, Hanbin — lo miro seriamente — Kim Taerae está rompiendo una de las reglas más importantes del reglamento.

Hanbin ya lo veía venir.

Lo supo desde que le encargó la misión al menor, y lo confirmó cuando lo mando a llamar para hablar de la misión.

— Zhang-

— No tiene caso que digas más, ya todo el comité lo sabe — la angustia del pelinegro aumentó — será mejor que te comuniques con Taerae, en unos días comenzará su juicio.

— Por favor, Hao — lo llamo — n-no lo castiguen por algo de lo que ni el está enterado, aún es un principiante, el-

— El rompió la regla más importante y lo sabes, no tiene caso seguir insistiendo — sentenció.

Se acercó a la puerta, tomo el pomo de está y la abrió, pero antes de salir se volteo a mirar nuevamente a Hanbin.

— Si es un cupido inexperto, ¿Por qué lo mandaste? — pregunto.

El pelinegro no respondió, tan solo bajo la cabeza y Hao salió de su oficina.

Se sentó en su silla y paso sus manos por sus cabellos de forma frustrada.

— Todo esto es mi jodida culpa. Mierda, debí de hacer algo antes de que esto pasará. Perdóname Taerae....

¿Me enamore de mi cupido? (Rirae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora