« 14 - ¡A la mierda la cita! »

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— ¡Vamos Hyung, hágalo! — dijo el pelicastaño mientras empujaba al mayor — es su oportunidad de pedirle una cita.

— P-pero estoy nervioso Taerae — susurro el mayor — ¿Y si dice que no?, además la jirafota de Park ya vino y no se le despega para nada.

— De eso me encargo yo — dijo el menor con una sonrisa — usted vaya cuando Gunwook ya no esté con Matthew y le pide una cita.

El mayor lo miro un poco incrédulo ¿Qué haría para sacar a Gunwook del camino?

— ¿Qué vas a... ¡Taerae! — grito en un susurro, pues estaban en la entrada de la cafetería, y Matthew estaba en la fila para comprar su comida junto a Gunwook.

Frunció el ceño cuando vió que el pelicastaño se iba hacia otra dirección contrario de la cafetería.

El iba a volver a llamarlo de no ser porque lo vio regresar.

Pero está vez, venía caminando, lo cual se le hacía raro ya que el mismo dice que se cansa muy rápido haciéndolo.

El menor se acercó a pasos torpes hacia el mayor, quien lo agarro cuando esté estaba a punto de caerse.

— ¿Porqué estás caminando... — lo interrumpió.

— Hyung, está será su oportunidad, así que aprovéchala y después le explicó todo.

El rubio lo miro confundido, pero de todas formas asintió.

El menor se separó del mayor y abrió la puerta de la cafetería con nerviosismo.

Ricky lo miraba estupefacto, ¡¿Cómo diablos abrió la puerta si se supone que el atraviesa las cosas?!

Y casi se le salen los ojos de lo abiertos que estaban al ver que todos en la cafetería tenían sus miradas puestas en el pelicastaño.

¡¿Acaso podían verlo?!

Obtuvo su respuesta al ver cómo un chico sentado en una de las tantas mesas se mordía el labio inferior mientras miraba a Taerae caminar en dirección de Gunwook y Matthew a pasos lentos, quienes también lo miraban con curiosidad.

No sabía la razón, pero sentía su sangre hervir al ver cómo otros chicos también lo miraban de la misma forma; tuvo el impulso de entrar, golpear a esos chicos y sacar a Taerae de ahí, pero se controlo por el menor.

Trato de controlarse, pero todo eso se fue a la mismísima mierda cuando vio que un chico se le estaba acercando a SU cupido; vio el deseo en los ojos de ese tipo, y no pudo controlarse al ver el miedo en los ojos de Taerae.

“¡A la mierda la cita!”

¿Me enamore de mi cupido? (Rirae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora