capitulo uno

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Sarada caminaba de un lado a otro en su habitación elegantemente amueblada en el palacio Uzumaki. Su corazón latía con fuerza en su pecho, su destino era inminente. Hoy tendría que casarse con el príncipe Boruto Uzumaki.

Intentando tranquilizarse se dirigió a la cama y se sento en el borde. De vez en cuando, sus ojos se posaban en sus manos, específicamente en el delicado y brillante anillo de compromiso que descansaba en su dedo anular.

¿Cómo puede su propio padre obligarla a casarse? El sabía que ella anhelaba un matrimonio concertado por amor verdadero, donde la guiara su corazón y no por motivos políticos. Según el esta unión estaba destinada a fortalecer el vínculo entre las dos familias nobles.

Su mente volvió a su primer encuentro, un baile celebrado en los grandes salones del palacio real. Sarada había observado al príncipe heredero desde lejos, su cabello rubio brillando como un halo dorado bajo los candelabros de cristal. En ese momento, ella quedó cautivada por su vitalidad y encanto.

Pero ¿cómo podría ignorar los rumores que plagaban su reputación? El príncipe Boruto era conocido por su naturaleza coqueta y falta de compromiso. Sarada, sin embargo, era una mujer inteligente y de carácter fuerte. Un matrimonio forzado parecía un cruel giro del destino. El sonido de la puerta la distrajo de sus pensamientos :

"Adelante", ordenó con desgana.

"Sarada, hija mía, que hermosa te ves", dijo su madre.

La mujer de cabello rosado se acercó rápidamente hacia su hija y se sentó a su lado.

"Gracias, madre".

"Cariño, hoy es el día de tu matrimonio, deberías sonreír", dice mientras acomoda un mechón de su cabello negro detrás de su oreja.

"Madre, no tengo motivos para sonreír. Este matrimonio se llevará a cabo en contra de mi voluntad."

"Lo sé... pero este es tu deber como hija del Duque Sasuke Uchiha" , menciona sakura.

"Él me obliga a casarme con un hombre al que no amo. Sabes, a veces desearía que él no fuera mi padre."

Sarada se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro.

"Sarada, no digas eso. El es tu padre".

"Es la verdad. Además el se comporta de una manera fría y distante con nosotras, es como si no nos amará."

"Te dije que él es así porque atravesó una infancia difícil, no es porque no nos ame. Tú eres lo más importante que tiene en la vida, Sarada."

Sarada se quedó en silencio.

"Sarada, cariño, espero que seas feliz en tu nueva vida."

Sakura le dedicó una ligera sonrisa a su hija.

"Lo dudo mucho, madre", musitó.

"Sé que con el tiempo aceptarás a tu esposo y aprenderás a amarlo. Boruto es un buen hombre, él te hará feliz."

"No. Es un mujeriego y aún hombre así nunca lo amaré. Lo más probable es que tenga en nuestra cama matrimonial una mujer distinta cada noche."

"Sarada..." , susurró con el ceño fruncido.

"Duquesa", interrumpió una doncella.
"Ya es hora. Todos están esperando a la novia".

"Ya escuchaste. Debemos ir ahora o sino llegaremos tarde. Vamos."

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Llegó el día de la boda y el gran palacio Uzumaki estaba decorado con opulentas decoraciones y arreglos florales. El salón estaba lleno de invitados ansiosos por presenciar la unión de las dos familias nobles. La música suave y romántica llenaba el aire creando una atmósfera de ensueño.

El sacerdote, un hombre sabio y respetado, se colocó frente al altar y esperó a que los novios hicieran su entrada. Lady Sarada caminó por el pasillo, tomada del brazo de su orgulloso padre, el Duque Sasuke. Los ojos de todos se posaron en ella, admirando su belleza y elegancia.

El príncipe Boruto, vestido con su traje real, esperaba la llegada de Lady Sarada. Parecía absorto en sus propios pensamientos. Cuando Sarada llegó al altar, el Príncipe Boruto no pudo evitar contener la respiración. Nunca había visto a alguien tan hermosa como ella en ese momento. Sus ojos se encontraron y supieron en el fondo que estaban destinados a estar juntos.

El sacerdote comenzó la ceremonia, hablando de amor y compromiso. Pero en ese momento, Sarada y Boruto solo tenían ojos el uno para el otro.

Finalmente, llegó el momento de intercambiar los votos.

"Sarada Uchiha, ¿promete amar y respetar a Boruto Uzumaki el restó de su vida?"

Sarada permaneció en silencio. El sacerdote presionó para obtener una respuesta.

"¿Lady Sarada?"

"...Si"

El sacerdote inmediatamente desvío su mirada hacia el príncipe heredero.

"Boruto Uzumaki, ¿promete amar y respetar a Sarada Uchiha el restó de su vida?"

"Si, lo juró."

"Como representante de Dios, acepto sus votos matrimoniales. Compartan el beso del juramento, y asegúrense de que el juramento ante Dios no sea falso."

Sarada mostró una mirada de desconcierto ante el sacerdote.

Boruto tomándola desprevenida presionó sus labios contra los suyos, solo durante un tiempo breve. Ella se apresuró en apartarse.

"Con esto concluimos la ceremonia."

El sacerdote concluyó con esa declaración la ceremonia.

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Era una noche estrellada en el reino de Konoha. El palacio estaba adornado con luces brillantes y flores fragantes, mientras los invitados se reunían en el gran salón para celebrar la boda de la hermosa Lady Sarada y el apuesto Príncipe Boruto.

La música resonaba en el aire, y los invitados brindaban por la felicidad de los recién casados. Lady Sarada, vestida con un elegante vestido blanco, y el Príncipe Boruto, con su traje real, se encontraban en el centro del salón, sonriendo y agradeciendo a todos por su presencia.

Mientras los invitados disfrutaban de la comida y la bebida, Lady Sarada y el Príncipe Boruto se encontraron en un rincón apartado del salón. Sus miradas se encontraron. Sarada sabía que el momento de estar juntos como marido y mujer había llegado finalmente, y los nervios la invadían. Boruto entrelazó su mano con la de Sarada y la guió.

La pareja se retiró del salón de banquetes, dejando atrás la música y la alegría de la celebración. Caminaron por los pasillos del palacio, con sus manos entrelazadas, hasta llegar a la puerta de su habitación nupcial. Boruto abrió la puerta y, juntos, entraron a la habitación.

La noche continuó con bailes, risas y brindis en honor a la pareja. Todos los invitados se unieron en una gran celebración.

Continuará.

𝑬𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora