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La puerta de la habitación de Karin se abrió con un crujido. Dos guardias, impasibles y firmes, anunciaron la llegada de la emperatriz Sarada.

-Su majestad, la Emperatriz Sarada.

Sarada entró en la habitación, dejando a sus dos doncellas esperando afuera. Su mirada se posó sobre Karin, quien se encontraba de pie en medio de la habitación, con un vestido de seda rojo que resaltaba su belleza, y una sonrisa pícara en sus labios. Su cabello, de un intenso rojo fuego, estaba recogido en un elegante moño, y sus ojos oscuros brillaban con una intensidad inusual. Karin hizo una profunda reverencia ante Sarada.

-Emperatriz Sarada, es un honor recibirla en mi humilde morada.

Sarada respondió con una sonrisa amable.

-Princesa Karin, no tenía que levantarse. Solo quería darle la bienvenida al palacio.

-La cortesía es fundamental en la corte -respondió Karin con una pequeña sonrisa-. Y es un honor para mí recibir la visita de la Emperatriz.

Sarada se acercó a Karin.

-Por favor, siéntese. No tenemos que ser tan formales.

Karin asintió con una sonrisa suave.

-Gracias, Emperatriz. Es un placer conocerla en persona.

Sarada tomó asiento en un sillón de terciopelo rojo y observó a Karin con atención.

-Su reputación la precede, Princesa. Sé que es una mujer inteligente y astuta.

Karin se sonrojó ligeramente ante los elogios de Sarada.

-Intento ser lo más perspicaz posible, Emperatriz. La corte es un lugar lleno de intrigas, y es importante saber cómo moverse en ella.

Sarada asintió, comprensiva.

-Lo sé. La corte es un tablero de ajedrez donde cada movimiento cuenta. Y usted, princesa Karin, es una jugadora excepcional. No me sorprendería que ya tenga varios movimientos planteados para este juego.

Karin se quedó pensando por un momento.

-Supongo que le habrán hablado de mi pasado. No es un secreto que tuve una relación complicada con mi hermano, Naruto.

Sarada asintió nuevamente.

-Entiendo. Pero no importa el pasado. Lo importante es el presente. Y espero que podamos tener una buena relación, Princesa Karin.

Karin sonrió con sinceridad.

-Yo también lo espero, Emperatriz. Estamos unidas por el mismo destino, al fin y al cabo.

Sarada asintió con una sonrisa.

-Sí, lo estamos. Y espero que podamos apoyarnos mutuamente en el camino.

Karin se echó a reír ligeramente.

-Apoyo mutuo, ¿eh? Eso sería un cambio agradable en esta corte.

Sarada se unió a su risa.

-Tienes razón. A veces parece que todos están en contra de todos.

-Y todo por poder o posiciones -añadió Karin, con un tono sarcástico-. Pero
no te preocupes, Emperatriz. Yo no soy de las que buscan el poder. Solo quiero vivir mi vida en paz.

Sarada la miró con curiosidad.

-Eso es interesante. ¿Y cómo piensas hacerlo en un lugar como este?

Karin se encogió de hombros.

-No lo sé. Pero intento no dejarme llevar por las intrigas de la corte. Prefiero centrarme en mis propios intereses.

𝑬𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂 • |Borusara|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora