Tuya En Secreto #1

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟬: muchas preguntas, pocas respuestas

Porque me abrazas como una mujer. 
De una manera que nunca me había sentido antes.
Y me hace querer aguantar.
Y me hace querer ser toda tuya.

Hey Violet—

No puedo moverme, mi cuerpo quedó petrificado y mi mente se desconectó de la realidad que me rodea. No tenía fuerzas para apartar sus manos de mí.

Tampoco se necesita tanta fuerza, ¿sabes?

El corazón me golpeaba el pecho con fuerza, el elevador se me estaba haciendo cada vez más pequeño y en mi cabeza, mis emociones estaban entrando en pánico. Sus manos me agarraban con determinación, firmeza. Deseé haber bajado por esas estúpidas escaleras en primer lugar si sabía que era posible tal atrevimiento. Ahora su musculoso pecho acortó la poca distancia que quedaba entre nosotros.

Nunca había sentido algo como esto. Nunca se me había dificultado una tarea tan simple como respirar, ni debilitado las piernas o quedarme paralizada con un simple toque. De alguna manera sentí que estaba engañando a Noah, no porque otro hombre me esté sujetando de la cintura, sino porque me estaba gustando.

Lo bueno es que ya no están juntos.

No, esto está mal. Mi profesor me estaba tocando de manera inapropiada y yo no lo estaba deteniendo. Aún sentía la dureza de su miembro sobre la parte baja de mi espalda, parecía ser más grande de lo que me imaginaba.

Estoy completamente loca. Esto nunca podría ser, es mi profesor y es mucho mayor que yo. Nos odiamos, esto no tiene ningún sentido. Y repito: el universo no está de mi lado. El calor entre mis piernas comenzó a presentarse a medida que bajábamos hasta la planta baja. Maldigo para mis adentros, odiando por completo a mi conciencia y a mis hormonas descontroladas.

¡Me está tocando la cintura, no metiendo los dedos!

Esto se estaba saliendo de control, mi profesor tiene una puta erección y la está apoyando en la parte baja de mi espalda.

Nunca pensé que viviríamos algo como esto.

No puedo reaccionar, necesito que las puertas del elevador se abran inmediatamente. Me sorprendí al ver que las puertas se abrieron justo en ese momento. Parece que el universo está de mi lado después de todo. El grupo de hombres salieron más lento de lo que me gustaría, charlando y riendo con tanta tranquilidad que me alteraba los nervios. Flynn y Patrick salieron como si nada, sin haberse percatado de nada. Ni de mi cara roja como tomate, ni de lo cerca que tenía a mi profesor.

Jason soltó mi cintura con brusquedad y salió del elevador. Flynn se percató de que alguien faltaba, y ese alguien era yo. Me quedé plantada en el elevador con la mirada de las mil yardas. No puedo creer que me haya dejado tocar de esa manera, sobre todo porque era mi profesor el que me estaba tocando. No puedo procesar todo esto y sin duda no puedo descifrar lo que él siente. Esto es tan confuso.

—Isabella. —Flynn se interpuso entre las puertas de metal para que no quedara en el elevador—. ¿Qué te pasa? Parece que has visto un muerto.

—Nada —aseguré, aclarando mi garganta.

—Sal del elevador, ¿a qué esperas?

Aún no puedo procesar la situación, estas sensaciones inexplicables que acabo de experimentar. Es normal estar excitada y ponerse nerviosa por ello, pero eso no era lo inexplicable. Sino que todos estos sentimientos los provocó mi profesor, el ser humano más engreído que haya conocido, logró hacer que se me moje la ropa interior.