𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟯𝟲: basta de mentiras

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Nunca creí que este momento llegaría. Pero aquí estoy, frente a mi compañera de clase, contándole a mis amigos una de las tantas cosas que he estado guardando en lo más profundo de mi ser, esperando que no saliese a la luz.

Detesto vivir.

—Deja de molestarnos, ¿sí? Estábamos muy bien hasta que llegaste —Alice habló en tono neutral.

—Ternurita. —Sydney hizo un puchero—. Eres tan callada... ¿Por qué mejor no nos mantenemos así, quieres?

—¿Por qué crees tener el poder sobre todo, eh? ¿Tu padre te dio tan poca atención de pequeña que haces lo que sea por obtener la de otros?

Al igual que Sydney, yo y el resto del grupo nos quedamos boquiabiertos, no porque el comentario haya sido bastante ofensivo, sino porque Alice no parecía del tipo de personas que saltara a la defensiva de esa manera.

Y no es malo en absoluto. Mayan a mi lado esbozó una sonrisa de orgullo, Hayden reprimió una risita y yo mantuve las cejas alzadas, perpleja.

Por el bien de Sydney, ella decidió ignorar el comentario, porque sabe que no hay nada con lo que pueda defenderse. La había arruinado por completo, todo ese aire de superioridad se desvaneció en tan sólo segundos.

—Veo que no le has dicho a tus amigos sobre el violento de tu novio.

—Veo que te metes en lo que no te importa —rematé.

—Noah me lo contó todo —dijo, ahora un tanto molesta.

Por dentro está furiosa de que por fin me esté defendiendo.

—¿Estás con Noah? —Mayan inquirió, casi riéndose.

Sydney le lanzó una mirada asesina a mi amiga, y esta respondió con una pequeña sonrisa.

Nuevamente se volvió hacia mí.

—Cómo lo siento, Bella. Sé que lo querías mucho, pero ambas sabemos que siempre me prefirió a mí. —Una sonrisa malvada se dibujó en su rostro.

—¿Por qué piensas que me importa? —escupí.

Ella movió su cabello hacia atrás. Ahí fue cuando la tela de su chaqueta de cuero reveló una marca alrededor de su muñeca. Era un moretón; lo sé porque me habían hecho uno, y esto revivió el momento en el que sentí la mano de Noah en mi cuello, quitándome el aire, manipulándome como a un juguete.

Para ese chico, un juguete tiene más valor que yo.

Tragué grueso. Me quedé observando la marca morada hasta que se percató de ello; ocultó aquella mano, metiéndola dentro del bolsillo.

Escuché cómo carraspeó suavemente antes de hablar.

—Él irá a por tu novio. —Ignoró completamente mi pregunta—. Imagínate si Shawn se hubiese quedado. Tu príncipe estaría acabado en cuestión de segundos.

—Espera, espera... ¿conoces a Shawn? —Hayden intervino.

La verdad siempre sale a la luz.

¿Por qué tenía que salir justo en este momento? ¿Por qué se tiene que enterar de esta manera?

—¿Tus amigas no te contaron? Fuimos compañeros de secundaria —explicó Sydney—. ¿Tú de dónde lo conoces? —miró a mi amigo, asqueada, despreciándolo con sus ojos azules.

Hayden abrió la boca para responder, pero la cubrí antes que pudiese decir algo que luego se convertirá en un completo desastre. Si Mayan se entera del noviazgo que mantiene con Shawn, todo esto se irá al carajo.

Tuya En Secreto #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora