𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮𝟳: una última vez... O no

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—Lo sé.

—¿Cómo es que...? —dijo desorientado, como si fuese extraño y confuso que yo lo supiera.

—Noah lo dijo —respondí con inquietud. No sé las verdaderas intenciones de Shawn ni tengo la certeza de que esto se trate de otra de las estupideces de Noah para joderme el día, pero decidí continuar con la conversación—. Creí que se trataba de una mentira para asustarme, pero ahora me lo has confirmado.

—Lo siento mucho... —fueron unas disculpas sinceras.

Quiero creer, ya no sé en quién puedo confiar. No quiero meter la pata una vez que deposite mi confianza en las personas. Debemos confiar para darnos cuenta de que no se puede confiar en nadie.

Y en este caso, debo mantenerme alerta y ser cuidadosa.

—¿Quién te dijo que Noah me acosa? —pregunté con indiferencia.

"Indiferencia".

Tengo que mostrarme fría, distante. Lo suficientemente fuerte como para pisotear cada riesgo que se cruce en mi camino, cada mentira que quiera hacerme dudar de mis propios pensamientos.

La realidad es que aún no encuentro la valentía que todo el mundo dice que poseo. Me veo en la obligación de fingir que la tengo para sobrevivir.

—Noah —contestó sin rodeos.

La valentía no duró mucho, siempre que escuchaba su nombre los pelos se me ponían de punta y acidez estomacal. Sentía las galletas y el café en la garganta.

—¿Aún eres amigo de Noah? —pregunté con la voz temblorosa.

—No, pero él cree que sí. Se alegró de verme hace un par de días —explicó—. Conoces a Noah, es demasiado imbécil para darse cuenta de una cosa como esa.

—Sin embargo, no es tan imbécil para muchas otras —murmuré.

No cabe duda que es un interesado, incluso si se trata de cometer actos ilegales como el acoso. Todo esto por dinero. ¿Por qué querría ganar dinero? Ya tiene lo suficiente para satisfacer todas sus necesidades y caprichos.

¿Debería de creerme todo lo que están diciendo?

—Hablamos durante un largo rato —comentó—. Me explicó que su padre dejó de darle dinero por haber abandonado la carrera. Su padre siempre creyó que era un fracaso como ser humano. Aún así no puedo justificar ninguna de sus acciones; simplemente es indefendible.

—¿No dijo quién le está pagando?

—Quizás no es tan tonto después de todo, dudo que revele algo como eso —me dijo. Luego agregó—: Me invitó a unas cervezas esta noche, pero lo dejaré plantado. Mañana por la mañana me iré de aquí, no tendré que verlo nunca más.

—Qué suerte tienes. —Me reí por lo bajo—. Tendré que toparme con él en las calles, sin posibilidad de escapar de sus redes.

Nos separamos para darle paso a una mujer que caminaba apresurada en dirección al baño. Seguíamos de pie en el pasillo hasta que Mayan apareció en mi campo de visión.

—Isabella, vámonos de aquí —sujetó mi muñeca y me arrastró con ella.

Le dirigí una mirada de disculpas a Shawn, él solo asintió, comprendiendo la razón del comportamiento rudo de mi mejor amiga.

Regresamos a la mesa, donde nuestros amigos centraban su atención en los apuntes que tenían en frente. Ambos levantaron la cabeza cuando nos sentamos en nuestros lugares.

—¿Por qué tardaron tanto? No me digas que...

—No, Hayden, no se cagó encima —Mayan interrumpió con brusquedad.

Tuya En Secreto #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora