¿Por qué todo tiene que pasar en la noche? El universo nunca estará de mi lado, eso está más claro que el agua.
Me sorprendí tanto al escuchar su voz... Y sobre todo, sentí un verdadero terror. Porque luego de tantos días, apareció como si nada a la una de la madrugada. Me pregunto qué es lo que pretende con venir hasta mi departamento, porque estoy segura que disculparse es lo último que hará.
Lo miré a Jason con cara de pánico y me bajé inmediatamente de la isla de la cocina. Corrí hacia la sala, levanté mi ropa interior del suelo y me la puse con torpeza.
Miré detrás de mí para encontrarme con un Jason divertido.
Tengo que abrir la puerta, no tengo tiempo para analizar la repentina emoción humana que mi profesor sacó a relucir. Ahora que lo pienso, luego de esto no sé cómo puedo llamarlo profesor.
—¿De qué te ríes? —le recriminé.
—De ti —se sinceró, reprimiendo una sonrisa.
Mis ojos vagaron hacia su pantalón, ahora con la cremallera baja. Los aparté al instante.
—Súbete la estúpida cremallera y escóndete. —Me acerqué a él y lo empujé por la espalda, obligándolo a caminar.
—¿Dónde se supone que me esconda?
—Ya has venido lo suficiente como para saber qué opciones tienes como escondite —le recordé. Se ha pasado por casa unas quince veces en menos de un mes.
—Yo diría que no.
Lo guie hacia el pasillo en dirección a mi habitación. Abrí la puerta, con todas mis fuerzas empujé dentro.
—Te quedas aquí —le ordené.
Antes de que pudiese decir algo, cerré la puerta y corrí hacia la sala para abrirle de una vez por todas al pesado este, que no dejaba de tocar el timbre como si fuese un juguete con el que divertirse.
Al abrir, no tardó mucho en criticar mi manera de vestir.
Primero que nada, buenas noches.
—¿Qué haces con eso puesto? —interrogó con furia al fijarse en mi vestido.
—No te debo explicaciones. —Me crucé de brazos.
Me estaba hartando de su comportamiento.
Así te quiero, empoderada.
—¿Estás con alguien?
Sí, ¿y?
—¿A qué viniste? —fui directo al grano.
Se quedó pensativo durante unos segundos, se me estaban cansando los pies de estar parada frente a él, esperando una puta respuesta. No quiero explicaciones, solo quiero que lo escupa todo en mi cara para así poder volver a hacer mis cosas. Que me insulte, que me grite, me da igual hasta este punto. Claro que, los nervios aparecieron al recordar que mi profesor estaba en mi habitación, escondido. ¿Qué hago en el caso de que lo encuentre? Me mato. Es la manera más fácil de zafarse de esta situación. O puedo matar a Noah o a Jason, quizás a ambos... Eso me traería problemas. Mejor no.
—Quería pedirte disculpas por...
—¿Disculpas? —Estaba apunto de echarme a reír frente a él.
—Por todo lo que pasó.
De repente me entraron ganas de llorar. Al verlo de pie frente a mí disculpándose, tuve el deja vu más desagradable que he experimentado. Sentí que regresaba en el tiempo al momento exacto en el que me veía envuelta en las mentiras de Noah, tan ilusa. No avancé, me estoy apunto de derrumbar frente a él y darme cuenta de que no progresé. Realmente no pude olvidarlo en absoluto, y eso me angustia.
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Tuya En Secreto #1
RomanceLas cosas no salen como uno las planea, sobre todo cuando algo inesperado aparece en el camino. Eso cambiará el rumbo por completo. Isabella estaba en su primer día de clases en la universidad cuando conoció a Jason Reed, su profesor atractivo e i...