Capítulo cinco - Serena

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Lleve ambas manos hacía mi cara, específicamente a mi boja para cubrirla de la impresión de ver todos estos arreglos frente a mí, las lágrimas comienzan a caer de nuevo por mis mejillas, este día además del funeral de mi padre, creo que ha sido cuando más he llorado, todo esto me ha conmocionado muchísimo, la boda, mi primer beso con Max y ahora estos arreglos que desbordan toda la estancia principal.

—¿Por qué estás haciendo esto?

Logró decirle al limpiar un poco mis cachetes y sorberme los mocos, él ríe al escucharme.

—¿Hacer qué?

Me dice haciéndose el que no pasa nada, camina unos pasos más frente a mí dándome la espalda completamente, y repito y lo repetiré un millón de veces más si es necesario, que bien le queda ese maldito traje.

—Las flores...

—¿Esto? Es que mañana abriré un nuevo negocio, una florería.

Pongo los ojos totalmente en blanco y suelto una carcajada al mismo tiempo, nunca dejará ese sentido del humor, lo cual me hace adorarlo aún más. Una de las principales cosas que había hecho que lo ame es eso, que siempre encuentra cómo hacerme reír como niña pequeña.

—Son para ti.

Habla de nuevo y la frase hace que inconscientemente me ruborice como adolescente cuando le dicen su primer halago, este ladea la cabeza y me mira con toda la atención.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

Le digo al mismo tiempo que empiezo a sacudir mi cabello y después prosigo con mi cara, tratando de quitar lo que sea que Max esté observando.

—No, solo que siempre te ruborizas.

Lo dice como si fuera la primera vez que hubiera visto mi rostro así, lo cual es más que obvio que no, puesto que nos conocemos desde que éramos unos pequeños niños, y nos hemos visto crecer en todos los aspectos. Me ruborizó aún más cuando pienso en que Max creció bastante bien y me quedé callada por unos largos segundos, ahora soy yo quien lo observa.

—Iré a quitarme esto.

Interrumpe mi pensamiento al mismo tiempo que veo como se desafloja la corbata y comienza a caminar hacia la escalera.

—Yo también me quiero quitar esto.

Respondo caminando detrás de él, al escuchar mis pasos detrás se frena en seco y se gira hacía mí.

—¿A dónde vas?

Parece un poco exaltado y ¿preocupado?

—A quitarme este vestido, ¿a dónde más iría señor Torre?

—¿Pero por qué me sigues? ¿Quieres desvestirte conmigo?

Su respuesta hace que mis ojos se abran por completo que hasta parece que mis córneas se van a salir de mi cabeza, no logro entender por qué está tan nervioso, él nunca ha actuado así ante mí, que estemos casados creo yo que no ha cambiado nada, además que tenemos menos de veinticuatro horas de esposo.

—¿Qué es esa pregunta?

Actuó como si no fuera lo que más deseara en el mundo, desvestirme junto con él, quitarle el traje y que el me quitara este ajustado vestido...

—Perdón, estoy algo cansado.

Le miró y le dedicó una sonrisa cálida.

—¿Cuál será mi habitación?

Continuamos caminando hacía las escaleras, solo se escuchan nuestros pasos.

—Te la mostraré, es lo suficientemente espaciosa para una mujer como tú.

¿Qué clase de comentario es ese? Río en mi interior, me conoce tan bien...

—Puedes decorarla como tú lo prefieras

Continúa hablando y subiendo los escalones hasta que llegamos al segundo piso, el cual está cubierto por algunos ventanales que dejan ver la hermosa vista verde que nos da el jardín.

—Está será tu habitación.

Giró la perilla de la puerta blanca que se encuentra frente a nosotros, no dejó pasar por alto el pequeño detalle que tuvo en poner un letrero con mi nombre "Serena" para identificar mi habitación. Nos adentramos a ella y me siento sobre la cama tamaño matrimonial.

—Gracias. Gracias por tomarte el tiempo de todo esto, y hacer una habitación para mí.

Sonrió para él y también me devuelve la sonrisa.

—No es nada, tampoco actúes como si fuésemos extraños que acaban de conocerse. Espero estés cómoda.

No me deja responder cuando sale de la habitación como si no soportara estar más ahí conmigo, no de mala manera, si no que es algo más, pero no logré descifrar que es, debe ser que sí está algo cansado, al igual que yo.

La habitación cuenta con su propio baño, así que me dispuse a tomar uno para relajarme y poder dormir plácidamente.

Comencé a bajar mi vestido para quedar tan solo con mi ropa interior y dirigirme al baño. Abrí la llave de la regadera para que está se fuera preparando para mi, siempre suelo bañarme con agua caliente, el vapor hace que me relaje aún más. Suelto mi cabello y retiro mi tanga y sujetador, dejándome completamente desnuda.

Al cabo de unos largos minutos dentro de la regadera, salgo con mi cabello envuelto en una toalla y mi cuerpo en otra, para proseguir y salir del baño para prepararme y dormir, ha sido un día bastante largo y extraño.

¿Cómo puede ser que ahora esté casada con la persona que más amo en todo el mundo? ¿Dios me escuchó? ¿Dios escuchó mis plegarías y las cumplió? Llegó a pensar ¿En algún momento, Max se enamorará de mí? Y yo misma me doy mi respuesta inmediatamente, si en 18 años no lo ha hecho, que me hace pensar que lo hará ahora, que ingenua soy.

Los ayudantes de Max se habían encargado de traer todas mis cosas de la casa de mi madre, el problema ahora era acomodar todo, pensaba mientras leía uno de mis libros a oscuras, solo con la pequeña lámpara que está en la mesita de noche junto a mi cama. Observó mi celular, que encandila un poco mi vista, las 12:36 de la madrugada, todo es silencio, supongo que todos duermen, así que no habrá problema si bajo por un vaso de agua, muerto de sed.

Así lo hago, me pongo mis pantuflas peludas de color beige, y caminó hacía la puerta de mi habitación, llevó puesto tan solo un camisón largo y abajo mi calzón, al abrir la puerta saco solo la cabeza para observar que no haya nadie en el corredor, parece que estoy intentado robar en está casa, lo cual me hace reírme de mi misma, pero solo es prevención de que nadie me vea en paños menores. Caminó a hurtadillas hacía las escaleras y fui directo a la cocina, al llegar enciendo la luz y no puedo describir el susto que me pegó al ver a Max recargado en la barra del medio, bebiendo de igual manera un vaso de agua. 


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¿Qué les parece? Déjenme saber en algún comentario, de verdad gracias a quien sea que se este tomando el tiempo de leer mis locuras, no olviden también dejar su lindo voto <3

Dear, Lord. -El hombre de mis sueños +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora