Capítulo catorce - Max

710 75 3
                                    

El sonido de mi teléfono interrumpió el profundo sueño en el que nos encontrábamos Serena y yo, lo tomé para responder.

—Habla Max.

—¿Dónde estás? La entrevista es a las 10 am.

Me dice Agustín y rápidamente separó el celular de mi oreja para ver la hora, las 8 am.

—Maldición, voy para allá.

Colgué la llamada, y desperté a Serena ya que dormía plácidamente como un oso.

—Serena...Despierta, tenemos que irnos.

—Mm.

Me acercó a darle un beso, lo cual la despierta.

—Arriba, tenemos que irnos, olvidé una entrevista que tengo.

—¿Una entrevista?

—Sí, es importante.

—Deja me baño y...

—No. Bob me llevará a la oficina y de ahí te llevará a casa, es temprano aún, así puedes hacer tus cosas también.

—Es verdad, ahora con lo de la florería tendré que arreglar ciertas cosas.

Se le iluminó la cara al recordar que ya tenía donde montar su local y eso me hacía aún más feliz.

—Andando.

Nos vestimos y tomamos nuestras cosas para salir del yate, donde ya Bob nos esperaba para dirigirnos a nuestros destinos.

—¿Disfrutaste la noche?

—Fue maravilloso, todo, todo estuvo perfecto.

Recargo su cabeza en mi hombro mientras el auto avanzaba, miré por la ventana, apreciando la vista de la ciudad, pensando, tan solo un momento, que muchas noches había soñado estos momentos, estar así con la única mujer que he amado de verdad.

—¿Por qué estás tan pensativo?

—Pienso en ti.

—¿En mí?

—Sí, ¿en qué más?

—No lo sé...

—¿Tú piensas en alguien más?

—Solo en ti.

—Entonces es lo mismo.

—Vale.

...

—¿De qué temas se supone que hablaré en la entrevista?

—Sobre la empresa, las distribuidoras, todo eso, si quieres también puedes hablar de tu matrimonio, que está muy reciente.

—No quiero.

—Sería interesante, a decir verdad.

—No lo haré.

—Bien, solo habla de la empresa, como siempre.

Agustín y yo nos encontrábamos ya en las oficinas de la revista, esperando que fuera tiempo para dar mi interesante entrevista.

—¿A qué hora es?

—A las 10, comienzo a creer que tienes alzheimer.

—Gracioso, pero son las 10:01.

—Cierto, olvidé que eres el señor Maximiliano Torre Puntualidad.

—Así es, si a las 10:05 no nos llaman, nos vamos.

—No puedes dejar botada la entrevista por 5 minutos.

—Minutos que son apreciables y pudiera aprovecharlos en otras cosas.

Dear, Lord. -El hombre de mis sueños +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora