Dear, Lord. -El hombre de mis sueños +18

Capítulo veinte - Max

Estoy empezando a escribir otra novela, ¿que opinan?

La tomó del culo y la cargo para dirigirnos hacia la habitación, y continuar haciéndole el amor, o más bien cometer pecados...Me doy media vuelta y cierro el grifo por fin, después de haberlo dejado abierto durante nuestro pequeño acto.

Camino con ella en brazos hacia las escaleras y las subo, abro la puerta de mi habitación y me dirijo hacia la cama frente a nosotros, la tumbó en ella y la dejó ahí, observando.

—¿Estas lista?

—Para ti siempre lo estaré.

—Como debe de ser.

Bajo mis pantalones junto con mi boxer que ya estaba desabrochado, y continuo por mi camisa y la retiro de igual manera, quedando desnudo frente a ella. Me inclino, y le retiró también sus bragas ya empapadas, al retirarlas las huelo como un enfermo sediento de su olor, y aspiro de él, quedando fascinado, todo de ella me vuelve loco. Serena solo observa mi acto, y sonríe ruborizada, como toda una mujer inocente.

—Lo que haré ahora es lo siguiente —digo y me inclino de nuevo sobre ella, sin aplastarla, y colocó sus manos por encima de su cabeza —¿vale? No quiero que te muevas.

Yo aun con sus bragas de bolitas negras en las manos, ató sus muñecas con ellas, con un pequeño nudo no tan apretado que hace que sus manos queden unidas.

—¿Qué vas a hacer? —me mira curiosa, no tiene ni idea.

—Sin preguntas, solo responderás cuando yo sea el que haga una pregunta ¿entendido?

Se queda quieta justo como le he dicho, pero no responde lo cuál me hace mirarla con una ceja arqueada ya que le había dicho que tenía que responder en voz alta ante mis cuestionamientos.

—Estoy esperando.

—¿A qué?

—Ahora si respondes. Te dije que tenías que responder a todo en voz alta, ¿o es que no he sido claro, Mar?

—Ah, si... —su semblante cambia, lo cual noto, pero no le doy importancia.

—¿Entonces?

—Lo entiendo, fuerte y claro.

—Bien.

Dejó sus manos entonces como las había acomodado arriba de su cabeza abrochadas con sus propias bragas.

—No las muevas.

—Okey...

Comienzo a bajar dándole besos por el cuello y paso mi lengua desde sus clavículas hasta el centro de sus senos, excitados tanto como yo.  Prosigo mordiendo de uno por uno sus pezones y estirándolos, Serena gime fuerte y subo mi mirada hacia ella.

—Lo que provocas en mí, no te lo perdonaré nunca...

Al decir esto bajó inmediatamente a su intimidad, dando un beso de cada lado de sus muslos, haciendo que toda su piel se eriza por completo, subo uno de mis brazos para hacer que abra la boca con mi dedo índice y anular, para que los chupe y los deje impregnados de su saliva. Así lo hace y comienza a chuparlos por completo.

—Eso...Saborea como una paleta.

—Mjm...

Es lo único que puedo oír salir de su boca ya que no puede hablar por obvias razones. Retiró los dedos mojados completamente, y los bajó hacia su entrada de nuevo. Comienzo a frotar su clítoris, lo cual hace que ponga sus manos amarradas sobre mi cabeza, de inmediato las tomo y las colocó de nuevo donde las había dejado anteriormente.

—Te he dicho que no las movieras, que mal portada.

—Pero...

—Sh.

Me quedo sentado observándola y acto seguido la giro donde mismo bruscamente dejándola de espaldas sobre la cama, con su culo al aire y directo para mi, joder, es la imagen mas sexy que vi jamas. Ella lo menea inconscientemente haciendo que este se elevara un poco.

—Precioso, y todo mío ¿cierto que si?

—Si.

—Buena chica, ahora ponte en 4.

Serena a como puede ya que sigue con las manos atadas, se pone en 4 como le he ordenado, dejándome todo su culo en la cara, me inclino para que de nuevo lama mis dedos, y colocarme de nuevo hincado tras su culo para abrir su entrada e introducir los dedos de un jalón. Meto y saco rápidamente, viendo como su vagina empieza a llenarse y humedecerse cada vez más, preparandose para mi erección. Me inclino para pasar mi lengua por su culo, mientras continuó metiendo y sacando mis dos dedos, se hace hacia enfrente de la impresión por haber comenzado a lamer la entrada de su culo.

—¿No te gusta?

—Si, pero...

—¿Pero? Pero que...

—Nunca he hecho esto.

—Nunca haz hecho nada preciosa mia, pero conmigo aprenderas todo.

No dice nada y hace de nuevo su culo hacia mi, continuo mi tarea pero esta vez solo lamo la entrada de su culo, haciéndola gemir hasta más no poder, se que esta cerca de su clímax, de nuevo. Retiro mi cabeza de ahí y le escupo a su entrada para tomar mi ereccion con mi mano derecha y masturlarla un poco para posicionarla en su entrada vaginal. Suspiro, y la introduzco de una, sin previo aviso, lo cual hace que Serena suelte un gran gemido. Me inclino hacia ella, penetrándola como si no hubiera un mañana, mete y saca duramente, apretándole el culo hasta dejar mis manos marcadas en ella. La nalgueo, una, dos, tres veces fuertemente, haciendo que el sonido de las nalgas hagan eco y se escuchen por toda la habitación, al igual que vaivén contra su vagina haciendo que mis huevos choquen contra ella haciéndolos sonar en un sonido majestuoso que me hace excitar hasta más no poder al igual que ella, comienza a menearse en señal de que quiere más velocidad, lo cual hago, la verdad es que todo esto creo que en algún punto me va a volver loco.

—Serena...Dios, estoy apunto, quiero llenarte ese culo con todo mi semen.

Ella continúa moviéndose y gimiendo, yo comienzo a soltar pequeños gemidos, sintiendo electrochoque en todo mi cuerpo, cerca de mi orgasmo, la saco y masturbo un poco para que mi semen comience a salir disparado, manchando todo su culo, y la espalda.

Me inclino y le desató las manos, esto hace que caiga rendida en la cama y yo me recuesto junto a ella y la hago girar para quedar cara a cara.

—Vas a terminar volviéndome loco, ¿sabes?

...

Mantengo mis ojos cerrados, apretados, esperando que todo termine, desde que esto comenzó, todo es una pesadilla para mi, cada vez que ella viene, yo sufro, y ella goza, yo lloro y ella ríe. Oigo cómo suspira debajo de mí, y todo ese ruido me provoca náuseas y asco, quiero que esto termine para siempre. Sollozo para mi mismo, tapándome la boca con la mano, si alguien nos descubre todo sería peor, era lo que ella me decía siempre.

Despierto. Exaltado y sudando.

Parpadeo varias veces, todo ha sido un sueño, estoy en mi habitación, giro mi cabeza hacia un costado y logro observar a mi esposa dormida justo a lado de mi, durmiendo tranquilamente, mientras yo, me muero por dentro.

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Aush, termino algo triste el capítulo, espero no me maten. Comenten que les parece, quiero saber su opinión. Gracias por leer, los quiero a todos, besos.