12. ¿Es el mundo real?

41 5 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Durante mis dieciséis años de vida, jamás imaginé que el mundo pudiera ser una simulación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Durante mis dieciséis años de vida, jamás imaginé que el mundo pudiera ser una simulación. Cuando escuchaba a la gente decir “El mundo es una simulación”, solía reírme y considerar la idea como una broma estúpida. Sin embargo, todo cambió con la llegada de Hon.

Desde que apareció, las cosas han tomado un giro desconcertante. He empezado a cuestionar mis pensamientos sobre la vida, el mundo y, lo más inquietante, sobre mí misma. Soy consciente de que estamos en el mundo real… ¿o no? ¿Realmente existo? ¿Existen los lugares que me rodean? Mierda. ¿Por qué estoy teniendo estas dudas existenciales? Nunca antes había experimentado algo así.

Siempre creí que lo sabía todo, que había vivido las experiencias más significativas y que mi vida era una serie de eventos interminables. Pensaba que lo que la gente decía sobre que aún me faltaba mucho por vivir eran solo palabras vacías. Pero entonces llegó ella.

Aquel reloj de dudosa procedencia que pertenecía a Hon comenzó a vibrar. Sus botones se iluminaron, parpadeando con una intensidad inquietante.

—¿Qué demonios? ¿Es normal que haga eso? —pregunté, sintiéndome cada vez más exaltada.

—No tengo ni la más remota idea —respondió Hon, dejando el reloj en el suelo—. ¿Qué está pasando?

Sus palabras me hicieron cuestionar, no solo dudar, sino estar casi segura de que todo lo que Hon decía podía ser cierto. Podría ser un plan orquestado, pero su reacción me decía lo contrario. ¿Acaso los viajes en el tiempo eran una posibilidad real? Y, si así fuera, ¿no se suponía que Emma Honley había muerto? Dios, ya no sabía qué pensar.

Tras unos segundos de confusión, el reloj dejó de vibrar y emitir luces. Hon y yo nos miramos fijamente, comprendiendo que ambas estábamos atrapadas en un estado de shock. De repente, una serie de turbulencias sacudió el lugar. Era extraño, pues no había ningún aviso de temblor o algo similar.

—Algo similar a esto pasó antes de que viajara en el tiempo... pero no así... —murmuró Hon, observando el reloj en el suelo mientras lo recogía—. ¿Por qué ocurrió entonces, si no volví a mi presente? ¿O fue simplemente una coincidencia?

Cronoamor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora