Capítulo 1.

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Yayo despertó a Lola de su siesta. El gato atigrado de la chica tenía un día entero sin comer, y exigía un poco de atención.
De un empujón se lo sacó de encima y le lanzó una fulminante mirada. -Debería comerte a ti.- Gruñó mientras se incorporaba en su estrecha cama. El colchón hizo un sonido gracioso al levantarse, Lola comprobó la hora con su reloj de mesa y maldijo por lo bajo. Eran las 10:15 de la mañana de un domingo. Su meta de los fines de semana era despertar al medio día y saltarse el desayuno, su padre y ella, carecían de dinero y acordaron ahorrar en todo cuanto pudieran.
La muchacha se acercó hasta el baño del pasillo, el único del apartamento, y abrió la llave para lavar su rostro. Por unos segundos observó sus ojeras manchadas por el rímel de la noche, apartó la mirada y con parsimonia empezó a desnudarse. Dejó caer su ultima prenda en el suelo y abrió la regadera, ya se había acostumbrado al agua helada, así que sin preámbulos se adentró en el chorro. Ese día tendría que buscarse su comida, y aunque no la hiciera feliz aquello, por lo menos no estaría hambrienta.

La mañana estaba calurosa, Lola salió de su casa y camino 3 cuadras hasta un restaurante local.
- Hola, Claudio. - Saludó al dueño del local con un gesto de la mano.
- Lolita, me alegra verte. - Contestó éste con su particular guiño. Vio como Lola caminaba hasta su banca de siempre, con ese caminar suyo que parecía invitar a cualquier hombre al pecado. Lola, todos lo decían, era una chica sexy. Ardiente le decían algunos. Desde muy joven tuvo que aguantar los halagos, algunos vulgares, de parte de los hombre, así que en éste punto ella estaba acostumbrada, y en el fondo, su más oscuro ser, adoraba esa atención.
Con la mirada escondida bajo los lentes de sol, buscó a una víctima. ¡Bingo! El asistente del jefe de policías, un chico de algunos 28 o 29 años, entró al lugar. Inmediatamente, Lola bajó sus lentes y llevó una de las patitas de este a su boca, dejando que colgara de ella y sin quitarle la mirada de encima al policía, sonrió.
La manzana de Adán del sujeto subió y bajó en lo que tragó saliva, la mirada coqueta de Lola sin duda lo dejaba sin aliento, y su sonrisa, era matadora.
Con gracia se levantó del asiento y caminó hasta el muchacho, éste, muy indiscretamente, observó las piernas largas y desnudas de la niña, hasta estrellarse con la falda del vestido que la cubría.
Sonrió estúpidamente y Lola deseó que no lo volviera a hacer.
-Hola, Dan. Escuché que te quieren promover.
- Eh... Yo... Sí, eh, sí, así dijo el Jefe. Dice que soy muy bueno para ese puesto. -Alardeó de más. Lo cierto era que el Jefe de Policía, el Sr. Rogers, ya no lo aguantaba y Lola lo sabia.
- ¡Genial! Deberíamos celebrarlo, ¿No? ¿Por qué no me invitas algo? - Sugirió ella, un poco impaciente pues su estomago no dejaba de quejarse.
- ¡Claro! ¡Lo que quieras! E-es más, si quieres... Podemos salir luego y... - ¡Ay hablemos de eso luego! Cuéntame de cómo es lo de tu ascenso, ¿Qué harás ahora?- Preguntó astutamente, pues sabía que se extendería dando detalles y así evitaría el tema de una cita y podría desayunar en paz.
-... Y luego llenaría los informes para cada caso. Básicamente es todo.-
- Wow... Maravilloso. ¡Mierda! Mira la hora, ¡Papá me matará! Debo irme, Dan, has sido encantador. - Se despidió rápidamente y se levantó de un salto, dejando al muchacho con la palabra en la boca.

Se habría ido enseguida de no haber sido por John, quien la detuvo en la entrada del local.
- Oye Lola, tú y ese policía... ¿Se traen algo? - Tal vez lo disimulara bien, pero el señor John Samper era muy celoso con Lola, demasiado para ser solo un amigo.-
- No, nada, solo quería sacarle el desayuno.- Admitió con complicidad al sujeto. En él, ella solo veía a otra figura paterna.
- Solo Pídemelo, eso no es necesario, ¿Bueno?.-
- ¡La próxima!

"¿Dónde estás?"
"En casa, ¿Qué haremos hoy?"
Lola pensó aquello antes de responder al texto de Carmen. Su mejor amiga.
"Hoy hay carreras. ;-)" -Respondió al fin, recordando que ese domingo, empezaban de nuevo las carreras de motocicletas como bienvenida a las vacaciones.
"Te veo en 10. XO." - Respondió Carmen.

Lolita. {Lana Del Rey}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora