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Luego de una caminata corta dónde ambos hermanos se contaban cosas y se reían de anécdotas y chistes malos que alguna vez habían escuchado por ahí, Las puertas de la escuela se encontraban frente a ellos, llena de alumnos entrando, algunos apurados, algunos sin pizca alguna de ganas de entrar, otros se quedaban en la puerta sin importarles nada, la mayoría fumando o consumiendo.

La morena deshizo el agarre de su brazo entrelazado con el de su hermano, haciendo que este voltee a mirarla por inercia.

—Portate bien Carlos, y por favor te lo pido, presta atención si?.

—Si, yo siempre presto atención—contestó con aire de superioridad logrando que su hermana mostrara su perfecta sonrisa de dientes perlados, totalmente divertida por el comportamiento de su hermano.

—Te amo Lalo, nos vemos a la salida no te mandes ninguna.

—Tambien te amo ángel— contestó antes de que ambos se separen dirigiéndose a sus respectivos salones.

Al entrar se dio cuenta de que la clase estaba apunto de empezar, pues el timbre que indicaba el comienzo de jornada ya había sonado, y tan solo faltaba el profesor y algunos alumnos que era muy probable que no vinieran.

Se dirigió hacía la parte de atrás del curso, sentándose al lado de Zoe, su mejor amiga desde que tiene memoria, quien la saludó con un abrazo, antes de sacar sus materiales esenciales para la jornada.

Las horas pasaban lentamente mientras lo único que hacía era anotar y realizar los ejercicios que le eran dados, tratando de completarlos lo máximo posible sin ayuda, al menos planeaba intentarlo.

Lo cierto era que Emma Analía Tévez era orgullosa y cabeza dura como nadie, no le gustaba recibir ayuda, y siempre se repetía a si misma que no necesitaba a nadie. Le gustaba saber que era buena haciendo las cosas, y probarse a sí misma que era capaz le encantaba.

A su lado su amiga a lo único que se había dedicado en la mañana era rayar su cuaderno con dibujos hechos de la tinta negra de la lapicera.

Al menos los dibujos son bonitos:)

De repente, en la suma concentración al realizar un ejercicio de matemática, se sobresaltó al oír el timbre de finalización de jornada. Luego le agradeció al universo, ya que si seguía un minuto más con ese estupido problema de matemáticas iba a estallar.

Ella y su amiga guardaron todos sus útiles en sus respectivas mochilas, antes de salir ambas por la puerta del salón, bajando las escaleras para dirigirse a planta baja en busca de la salida del infierno al que llamaban escuela.

A lo lejos ambas observaron a Carlos con una chica a la que tenían entendido que se llamaba Mariela, su hermano le había hablado muy poco de ella, por lo que no la conocía para nada, lo único que sabía era que se gustaban mutuamente y podrían llamarse novios. Así que decidió darle su espacio y caminar hacia afuera con la esperanza de ver a Danilo en la puerta esperándolos como cada vez que faltaba.

Pero antes de llegar a divisar el panorama, fueron frenadas en la puerta del colegio por dos pibes. Uno iba al mismo curso que ellas, su nombre era Elian, un fantasma traficante que se encarga de vender en los baños y donde sea que pueda, el único problema? Estaba obsesionado con Zoe de una manera enfermiza. Y ella se había cansado de ponerle los puntos, pero no daba resultado,
Hiciera. Lo. Que. Hiciera.

El otro, su nombre era Luca, sin embargo todos lo conocían por "el gringo". Él no iba a la escuela, era parte de los delincuentes del nudo 1,  y amigo de su tio, el kiru. Había intentado varias veces acercarse a Emma, y a comparación del otro chico, él jamas le habia faltado el respeto, pero era drogadicto, y violento, cosas que provocaban miedo en la muchacha, quien trataba de tener el mas minimo contacto con él.

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋//ᵈᵃⁿⁱˡᵒ ˢᵃ̃ⁿᶜʰᵉᶻ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora