Maika. Siempre Maika.

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Para comer he quedado con Maika. Durante mis vacaciones he hablado casi todos los días con ella. También todo marcha de maravilla aquí, aunque podría no ser así. Nunca podré sacar de mi cabeza la sensación de angustia que sentí por mi amiga Maika el día en el que presentamos el proyecto de la fundación en Newark. Maika no quiso ir a ese viaje porque se encontraba mal anímicamente. La noche anterior a esa presentación, decidió salir de fiesta y mezclar una medicación fuerte que estaba tomando por una depresión, con alcohol. Las drogas duras aparecieron poco después y los que se las proporcionaron abusaron de su estado de euforia en un portal, dejándola después allí tirada. Maika está bajo supervisión médica desde ese día y yo la apoyo todo lo que puedo. No nos hemos vuelto a acostar juntas y ahora tengo la certeza de que no lo volveremos a hacer. Me siento responsable de todo lo malo que le ha pasado desde que me conoce. Sé que es solo una sensación, un sentimiento de culpa, pero la impotencia de no haber sabido o no haber podido protegerla cuando me necesitó, me ha llegado a asfixiar. Este es un pensamiento que me destroza. Más de una vez he pensado que Maika entró en ese estado depresivo después de acostarse conmigo una noche, mientras mi marido Aitor estaba en coma por un accidente. Maika al día siguiente cortó la relación de pareja que tenía con su novio de toda la vida. Aquellas palabras que me dijo me hacen daño cuando pienso en lo que pasó después. Cuando me contó que había dejado a su novio me dijo que lo hizo porque esa noche conmigo, recordó como era el amor. Semanas después ella no era la misma. Después de que aquellos hijos de puta se aprovecharan de ella, menos. Pero al menos, las últimas semanas parece que está bien y que es feliz. Ha vuelto a su trabajo en una gestoría y suele salir a veces con sus amigas a divertirse. Ella y yo comemos juntas todas las semanas más de una vez. Hoy, cuando llega a nuestra cita está preciosa y alegre. Me transmite ilusión y esperanza.

Yo-. Pero bueno, ¿ a dónde vas así de guapa y preparada?.

Maika-. A comer contigo. ¿ Te parece mal plan?. Tenía muchas ganas de verte. Cuéntame que tal han ido esas vacaciones y que tal está mi ahijada preferida. Tengo muchas ganas de verla.

Yo-. Las vacaciones fantásticas y Maite está para comérsela. Vamos a hacer una cena en casa pasado mañana con las chicas. ¿ Vendrás, verdad?.

Maika-. Sí, claro. Tenía una cita, pero lo cambiaré. Virginia, estoy conociendo a alguien. Tenía muchas ganas de decírtelo, pero estaba esperando tu vuelta para hacerlo en persona.

Yo-. ¡ Cuéntamelo todo!. Pero qué callado lo tenías…

Maika-. Es pronto aún y no hay mucho que contar. Es un chico que conocía de antes, pero con el que no había tratado demasiado. Coincidimos hace unas dos semanas y hemos empezado a quedar. Ya sabes, para hablar y eso. Queremos ir despacio.

Yo-. Tampoco vayáis a ir demasiado despacio, que te hace falta un buen polvo, niña.

Maika-. No. Ya no jajaja. A ver. Queremos ir despacio y conocernos poco a poco, pero chica, que tienes razón. Y ¡qué falta me hacía ese polvo que dices! Jajaja.

La comida es alegre y divertida, aunque yo intuyo que Maika exagera y sobrevalora esa información, para tratar de normalizarla. Maika no había vuelto a tener sexo desde aquel maldito portal y por mucho que me dé detalles de la naturalidad con la que se acostó con Julen, que es el chico que está conociendo, yo veo que la realidad debió ser mucho más dura de lo que ella me cuenta. Conozco a Maika y sé que algún día me contará la verdad, pero solo si no la presiono, cuando ella entienda que a mí no me tiene que mentir ni esconder el estado de sus sentimientos. No es la primera vez que ocurren situaciones parecidas entre ella y yo. Sólo espero y deseo con todas mis fuerzas que consiga sobreponerse para volver a disfrutar de una forma sana de su vida. De toda ella. Yo la ayudaré siempre en todo lo que pueda, que para eso soy su amiga y la quiero. La quiero muchísimo. En esta charla hay otro componente más que las dos tratamos como si fuera algo mucho más normal de lo que en realidad es. Yo le pregunto a Maika sobre Julen para que me explique un poco como es él, como harían dos buenas amigas y ella me da algunos datos a cerca de Julen. Suficientes para investigarle y cerciorarme que es un buen tipo.

No permitiré nunca que ningún desalmado se acerque a Maika y le haga más daño por el simple hecho de poner otra marca en su culata. Maika es joven, guapa y muy sexy. Es un pivón que cualquier don Juan del tres al cuarto desearía conquistar para colocar en su libreta de éxitos sexuales. Yo solo busco protegerla. Después de la comida paso por la oficina para ponerme al día con Maite Lazcano, la tercera persona en la cadena de decisión en Baskdone y al terminar voy a casa con Jonatan. Durante ese trayecto le informo de que Gotzon va a dejar de ser mi jefe de seguridad y que a partir de ahora lo será Paula, pero que él va a tener que tomar más responsabilidad y apoyarla mucho hasta que la situación se normalice. Pienso en que me gustaría tanto quedarme solo con Paula para la seguridad de mi familia, que cada vez que lo hago me planteo si de verdad merece la pena tanta exposición.

El viento susurrará tu nombre. Virginia Zugasti IV. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora