Dos SMS para un amor eterno.

28 4 5
                                    

Unos días antes.
Mensaje entrante. Maika.

Bueno Vicky. Creo que ha llegado mi momento. Por fin he terminado de hacer todo lo que me había propuesto. Estoy convencida de que podría buscar otros destinos, otras metas y muchas más aventuras, pero no serían mis propios sueños. Cuando empecé este viaje los definí por eso, para no desviarme de una ruta. He tenido que correr, porque como pudiste ver en Mónaco, no había mucho con lo que negociar. Pero definitivamente todo está cumplido. Ahora ya el balance de seguir, sale negativo desde hace algún tiempo.

Llevo unos días aquí que he dedicado a reflexionar sobre todo un poco. Estoy satisfecha, sí que lo estoy. Esto que me ha tocado pasar no es lo normal, pero me ha dado la oportunidad de elegir muchas cosas que nadie tiene opción de hacer. Y acertadas o no, las cosas que he decidido llevar a cabo son las que solo yo he meditado y puesto en marcha. Entre ellas, la decisión más dura ha sido dejarte fuera. No sé si decir que eso es un acierto o un error, pero lo he hecho por ti y por mí. Ojalá algún día lo entiendas y me perdones por ello.

Solo queda una cosa que hacer. Tú eres la única persona que tiene poder sobre mi intimidad. Esas palabras me las dijiste tú, una vez a mí. Espero que también me perdones por esto.

Te he amado desde el primer día que nos conocimos. Siempre. Y sé que tú a mí también. He vivido este amor con intensidad, a veces demasiada. Te admiro y te quiero. Amo a toda tu familia y me siento parte de ella. Me duele no poder vivir más al lado de Maite. Mi ahijada Maite. Dile siempre que la quiero.

Virginia, entenderé si no puedes venir, eso solo tú, tienes que decidirlo. Yo me tengo que ir ya. Solo me queda decirte que cada minuto que he pasado a tu lado, me ha hecho más feliz. Gracias.
Siempre te voy a amar.

Mensaje entrante. Maika.

Cadaqués es precioso. Me encantaría que vinieras a verme. Si vienes, pregunta en la tienda del paseo marítimo por la señora Oltra. Estoy en un apartamento suyo, de inquilina. No tengas prisa, yo aquí estaré.
Siempre tuya.
Maika.

De sobra sabes,
que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera.
Por ti, la vida entera.

Maestro, Joaquín Sabina.
Fin de El viento susurrará tu nombre.



El viento susurrará tu nombre. Virginia Zugasti IV. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora