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Era un día cansado, pero era lo que tenía ser la presidenta de una empresa como Ecomoda, después de todo lo que había pasado nunca llegó a imaginar que Roberto le diera la presidencia. Luego de tantos altibajos la empresa estaba mejor que nunca y eso era gracias a ella, no le gustaba alardear de ello, pero si Roberto le había dado la presidencia de forma permanente era por algo.

Suelta un suspiro al ver como la puerta se habré, sabe quien es, el único que abre sin tocar es Armando, por mucho que le ha insistido sigue sin entender. Con algo de frustración le indica que se siente, esperado que no siga insistiendo en retomar su relación.

Cuando volvió cambiada a Ecomoda sabía que tendría que enfrentarse a muchas cosas, pero la más difícil ha sido hacerle entender a Armando que ya no lo ama, le costó mucho entender que realmente nunca lo había amado, pero con la ayuda de Cata y Nicolás lo había comprendido al fin.

-Buenos día Betty – saluda una vez sentado.

-¿Qué quieres ahora Armando? - pregunta cansada.

-Solo quería hablar contigo – dice de forma indiferente.

-Si vas a pedirme una cita te aseguro que mi respuesta sigue siendo la misma – Beatriz dice mientras se levanta para poder estirar las piernas, le habían comenzado a doler de estar todo el día sentada.

-No vengo por eso – responde Armando con un tono suave, algo que no es muy característico en él.

-¿Entonces? - inquiere Betty apoyando sus antebrazos en el respaldo de su silla.

-Vengo a pedirte disculpas, he sido un idiota contigo – dice y Beatriz se sorprende por lo sincero que suena, desde luego este no era el mimos Armando de hace tres meses cuando llegó de Cartagena.

-Se que no he sido el mejor y que he insistido demasiado en recuperar algo que obviamente no existe ya, por eso quiero pedirte perdón y ver si podemos ser amigos por el bien de la empresa – pide Armando con una sonrisa triste.

-No se que decirte, me sorprende la verdad que digas eso – dice Beatriz realmente sorprendida.

-No tienes que decir nada, solo piénsalo, el ambiente sería mejor si nos llevamos bien – contesta levantándose, con un pequeño asentimiento de cabeza sale de su oficina.

El resto del día lo pasa metida entre papeles, ser la presidente no es nada fácil. Decide ir a cenar con Nicolás, quería ponerse al día de todo y también le serviría para hablar sobre lo que había pasado con Armando, por suerte no tiene que pedir permiso a su padre, pues uno de los beneficios de ser la presidenta de Ecomoda es su nuevo departamento, a sus padres no les agrado la idea, pero ya era hora de comenzar su vida.

-Entonces te ha dicho que quiere ser tu amigo – aclara Nicolás sin creer lo que su amiga le contaba.

-Si, y la verdad sonaba muy sincero – responde Betty bebiendo un poco de su jugo.

-Pues yo no me lo creo, seguro es una artimaña para poder estar cerca de ti – dice frunciendo el ceño, no creía una sola palabra de Armando.

-¿Acaso estas celos? - bromea Betty, sabía que su amigo no era muy fanático del expresidente.

-De ese frenton ja – dice Nicolás para luego ambos reír.

Hacia tiempo no se lo pasaba tan bien, salir con su mejor amigo siempre le levantaba el animo, había rechazado más de una salida con las chicas y es que las cosas en Ecomoda van bien pero aun así hay mucho trabajo y estrés.

-¿Cómo te va con Patricia? - pregunta Betty una vez salen del restaurante. Su amigo seguía enamorado de la rubia. Nicolás suspira antes de contestar, por mucho que insistiera era invisible para Patricia.

-Ya sabes, ni me mira – dice apenado, después de todo lo ocurrido creía que podría tener una pequeña oportunidad con ella, pero se esfumo en cuanto la rubia le dejo claro que jamás estaría con él.

-Deberías olvidarte de ella – aconseja Beatriz, no le gusta ver decaído a su amigo pero no pude darle falsas esperanzas, Patricia jamás se fijaría en él.

En un silencio como caminan hasta el coche de Betty, como buena amiga lo lleva a su casa y luego se dirige hacia la suya, estaba tan cansada que nada más tocar la almohada se queda completamente dormida.

Al llegar la mañana siguiente a Ecomoda nota un gran silencio que le preocupa, era raro entrar y que no hubiera una discusión, nota que Patricia no esta en su escritorio y entiendo el por qué del silencio. Todas las mañanas al llegar encuentra a las del cuartel discutiendo con la rubia.

-Buenos días Aura Maria – saluda a su secretaria antes de entrar a su oficina. 


❤❤❤❤❤❤

Holisss aquí les dejo el primer capítulo de esta historia, aviso que las capítulos seran cortitos. 

Espero os guste 😊

MI UNIVERSO (Marcetty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora