Patricia entra al baño algo enfadada, Marcela llevaba evitándola desde ayer, cuando le dijo que no la iba a apoyar en su idea de estar con Armando, solamente le dirigió la palabra para regañar la cuando discutió con las del cuartel. No había dormido mucho, Marcela era su única amiga y no la quería perder, pero tampoco la quería ver sufrir de nuevo por un idiota que no la valora.
-¿Todo bien peliteñida? - pregunta Aura Maria al verla tan perdida en sus pensamientos.
-Que te importa – dice con un bufido sin mirarla.
-En realidad nada – responde Aura Maria posicionándose detrás de ella. Patricia al sentirla tan cerca se sonroja, no se lo había dicho a Marcela por miedo a su reacción, pero le era inevitable no sentirse atraída por la mujer que ahora la miraba desde atrás en el espejo.
-¿No vas a decir nada? - pregunta ante el silencio de Patricia, era extraño que no replicara.
-No – responde intentando apartase de la cercanía que la ponía tan mal.
-Quieta – susurra Aura Maria en su cuello mientras la agarraba de la cintura para evitar que se alejase.
-No creas que no me he dado cuenta de como me miras – dice acariciando su cuello con la punta de la nariz embriagándose de su perfume.
-No se de que hablas -dice Patricia dudando, Aura Maria suelta una carcajada dándole a entender que no cree lo que dice.
-Se que me tienes las mismas ganas que yo a ti – dice para morder suavemente el cuello de su acompañante provocando que esta suelte un gran jadeo mientras cierra los ojos.
El sonido de la puerta hace que ambas mujeres se separen de forma brusca, Marcela entra con el ceño fruncido, ambas en un mismo espacio y sin discutir era muy raro, sin decir nada entra a uno de los cubículos dejando a Patricia triste y confundida por todo lo ocurrido.
Cuando Marcela sale nota que esta sola, suspira sabiendo que tiene que disculparse con Beatriz, su comportamiento no fue el mejor, se había puesto celosa y no pudo controlar sus emociones, algo que siempre hacia y luego se arrepentía.
-Buenas Beatriz – saluda entrando a su oficina contemplando que se encuentra sola.
-Buenas ¿qué desea? - pregunta sin levantar su vista de unos papeles.
-Quería disculparme por lo ocurrido ayer – comienza, no le agradaba pedirle perdón pero sabía que era lo correcto.
-No se preocupe doña Marcela, solo que no se vuelva a repetir – dice levantando la vista.
-No volverá a suceder – dice no muy convencida, Beatriz lo nota y suspira sabiendo que tienen que dejar las cosas claras.
-Mira Marcela, Armando y yo no somos nada, lo que viste el otro día no es lo que crees – Marcela la mira sin entender a que venían esas palabras – solamente me estaba ayudando porque el collar se había enganchado con mi pendiente, no hay ninguna otra intención, se que te pusiste celosa, por eso quiero que quede claro que no somos ni seremos nada -
-Entiendo y lo siento – responde Marcela comprendiendo que había sacado las cosas de contexto.
-Bien, es mejor dejar las cosas claras y evitar los mal entendidos – Marcela asiente y después de hablar sobre unas inversiones se despide para irse a su oficina.
Beatriz esperaba a que Nicolás fuera a por ella, habían quedado para almorzar y poder hablar sobre un asunto importante de la empresa, pero al parecer no iba a llegar, se lo había hecho saber por un mensaje en su teléfono. Con un suspiro comenzó a andar, había un restaurante que no quedaba muy lejos.
-Beatriz – una voz la detuvo, solo había dado dos pasos.
-Dime – respondió al girarse.
-Bueno que le parece si almorzamos juntas, como disculpa por lo de ayer – dice Marcela acercándose.
-Eso ya esta solucionado – dice con una sonrisa.
-Lo se, pero así podríamos intentar tener una mejor relación – pide Marcela y Beatriz acepta.
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Bueno aquí está el tercer capítulo, os informo que no se cuando publicaré el siguente capítulo, espero hacerlo lo antes posible, ya que no me gusta mucho haceros esperar.
