—¡Beso, beso, beso!.
Me sonrojo cuando escucho los gritos.
Hoy es mi cumpleaño número quince. Mis padres me hicieron una fiesta y me dejaron con mi Nana, Eliza. Ya que tuvieron que ir a un viaje de negocios, cómo siempre. Y mis hermano en sus casas.
Nos encontramos en el jardín de la mansión jugando verdad o reto, somos veinte personas nada más, incluyendo mi novio, Gustav. Me tocó besarme con su mejor amigo. Gustav y yo llevamos tres meses de novios, nunca hemos llegado a tener sexo, pero estoy segura que está noche eso sucederá. Tomo un trago de mi tequila mientras me acerco al mejor amigo de mi novio. Darle celos a Gustav es mi pasión. Me inclino a besar el rubio. Este me agarra del cuello de manera posesiva mientras me besa, coloco mi mano en su hombro sosteniendo la bebida en mi mano todavía.
—¡Listo chicos ya pasó los treinta segundos.! — me quedo unos segundos más, cuando nos alejamos ambos tenemos la respiración entrecortada, y todos se encuentram en silencio, viendo detrás de mi.
Gustav.
—¿Enserio besaste a mi mejor amigo?.
No, estás en un sueño. Obvio que lo besé, ciego.
—Era un reto, además. Besas mejor que él. —Miento. Todos estallan en carcajada. Finjo una sonrisa y me acerco a Gustav, pero el se aleja negando. Mira a su mejor amigo.
—¿Cómo te atreviste a romper nuestro código y besarte con mi novia?. —Le grita, lanzando su botella de cerveza al piso.
—Calmate Gus, era un simple reto. —Dice el rubio, pasando su lengua sobre sus labios.
Besa de maravilla.
Tienes novio Elynna.
—Ya amor. —Tomo su mano pero el me empuja.
—No la empujes. —se para el rubio enojado, llegando hacia nosotros.
—La empujo cuando se me de la maldita gana, por qué es mi novia. —se acerca de nueva a empujarme pero el rubio lo empuja a él.
—Que seas su novio no te da derecho a tratarla mal, imbécil. —Dios.
—¡Ya cállense!, —Grito. —¡Tú!, —miro al rubio, —No te debes meter en nuestra relación, fuera de mi casa. —el rubio me mira anonadado por defender a Gustav. Me encojo de hombro, es mi novio.
—Si, fuera de aquí, traicionero.
—Ya basta Gustav. —Al responderle, el me pellizca fuertemente el brazo. El rubio se acerca para empujarlo pero le doy una bofetada. —¡Que no te metas!. —Grito.
—Eres una estúpida por dejarte manipular y golpear por este idiota, y créeme, que cuando te des de cuenta, será muy tarde.
—Vete a la mierda Jarev. —habla Gustav. Me agarra fuertemente de la mano y me lleva arrastras dentro de la casa.
Y tuvo razón. Me dí de cuenta muy tarde.

ESTÁS LEYENDO
Jarev [1] ©
Teen FictionCinco años pasaron y los dos cambiaron mucho. Ella ya no es la ingenua de antes que se dejaba manipular, y él ya no es el dulce rubio fiestero. Mientras ella vivió toda su vida con la ausencia de sus padres, él no soportaba más vivir con los de él...