Prostíbulo:
Elynna:
Al entrar al club varias miradas se dirigen al hombre que viene detrás de mi, las mujeres lo devoran con la mirada mientras el las ignora. Es increíble que hasta las mujeres que tienen sus manos entrelazadas con hombres voltean a mirar a Jarev. De lejos logro ver a una Jenna sonriendo junto a Dimitriv y otra mujer.
—¡Ely! —Grita Jenna por encima de la música latina que está sonando cuando llego a su lado.
—Eres una traicionera, me dejaste con tu hermano. —Achino los ojos mirándola. Ella repite mi gesto con confusión.
—Dim me dijo que tú querías que te trajera Jerev para hablar de los viejos tiempo. —Miro al castaño y el esquiva mi mirada. —¡Dim te voy a matar!—Ellos empiezan a discutir amistosamente y yo volteo a ver entre los gentío. Hay muchas gentes, pero lo que más me llama la atención son los ojos de Jarev muy furiosos, que podria decir que se están poniendo negros de la oscuridad que posee. Frente a el se encuentra un hombre alto trajeado y la misma peliroja de la otra vez.
—Querida, ya llegaste. —Los señores Koslov se acercan a mi sonriente. —Dios, este club está muy grande y hermosos. Tienes que subir al tercer piso, es solamente VIP y eso es lo emocionante. Es como estar en otra zona, menos ruido y más acción. —Sube y baja las cejas.
—Disculpa a mi esposa, está un poco ebria. —Expliva Derev el comportamiento de su esposa.
—Está bien. —Niego divertida y miro de nuevo haciá Jerev, pero no está.
—Nosotros ya nos vamos, dile a Jenna que se divierta, nos haremos cargo del pequeño Jacov. —Asiento. Jennev me da un beso en la mejilla mientras ríe fuertemente siendo arrastrada por su esposo. Necesito un romance como el de los Koslov.
Miro a mi alrededor quedando cada vez más facinada con lo que veo, las luces neón, bar bien ordenado, escaleras plateada bien limpio, todo es hermoso. El techo de este lugar está muy lejos, ya hay tres piso con sus barandales dando una maravilloso vista hacia abajo. Todo es tan espectacular.
—¿Quieres una copa? —Se acerca una mujer vestida con una falda corta color blanco, medias de red negra, un top negro, con tacones muy altos. Tiene varios tatuajes en sus brazos, y uno en su cuello, es hermosa.
—Em..no—murmuro.
—Bueno, seguiré mi trabajo. —brama.
—Espera. —Agarro su brazo. —¿Puedes traerme un vaso de agua con hielo?, —Niega. La miro con confusión.
—Aquí solo hay bebidas alcohólica. —Me mira.—Pero sé de un lugar que hay agua. —Dice. Me agarra del brazo y me lleva con ella. Necesito tomar agua, tengo sed. ¿Porque siempre que estoy en una fiesta o club me da mucha sed? Y eso que no eh todamado alcohol. Y si tomo alcohol, orino cuatro veces en media. —Eh entrado a trabajar ahí solo tres veces, pero es la gloria, es como entrar en otro ambiente. —Habla entusiasmada.
—¿Hablas de la zona VIP? —Niega.—¿Entonces?.
—Ya verás.
Caminamos por unos pasillos que está detrás de la barra de tragos y todo es oscuro, lo poco que alumbra es gracias a las luces de afuera. Al final del pasillo está ¿Un ascensor? Si, definitivamente es eso. Al llegar nos adentramos y marca el piso uno. ¿Este no es el piso uno?.
Quiero irme lejos porque sé si bajo, no habrá vuelta atrás. Pero quiero ir, por alguna extraña razón la chica me inspira confianza, y no debería ser así. Debo dejar de confiar en las gentes. Por muy amigable que se ve, puede ser el mismísimo diablo. Al quien estoy siguiendo porqué la curiosidad me mata.
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Jarev [1] ©
Teen FictionCinco años pasaron y los dos cambiaron mucho. Ella ya no es la ingenua de antes que se dejaba manipular, y él ya no es el dulce rubio fiestero. Mientras ella vivió toda su vida con la ausencia de sus padres, él no soportaba más vivir con los de él...