Draco
Me desperté. La cabeza me daba vueltas. La noche anterior había sido la hostia. Aunque un poco borroso, el recuerdo me trajo una sonrisa.
Joder, vaya noche.
Recordaba el sabor de sus labios a la perfección, y su olor... Olor a cigarros y perfume barato. Cada una de las palabras que me dijo y cada uno de los gestos que hizo. Luego me perdí, me perdí en sus ojos, esos ojos casi negros, tan bonitos, tan reales, tan rotos... Como una grieta en su coraza alegre y despreocupada, por la que puedes ver a alguien que ha sufrido mucho, por la que le puedes ver a él. Casi no me di cuenta cuando se inclinó para besarme.
La puerta se abrió de golpe.
- ¡Draco! - Pansy entró gritando en la habitación.
Ella, ignorando las quejas de mis compañeros de dormitorio, me agarró del brazo y, prácticamente, me arrastró fuera de la cama. Protestando y sin entender nada caminé detrás suyo.
- Pansy ¿Que...?
- Cállate y sígueme, tenemos que hablar. - Que Pansy dijera eso no me daba muchas pistas, puesto que podría llegar a tratarse de que se le habían olvidado los deberes de herbología hasta que estaba planeando un asesinato.
No puse más pegas, sabía que sería inútil. Salimos por la puerta de la habitación y nos dirigimos a la suya, donde Daphne estaba esperándonos. Cuando entré Pansy cerró la puerta tras de mí.
- Chicas ¿De que va todo esto?
- ¿Que pasa entre tu y el nuevo? - Daphne fue la primera en hablar. Noté mis mejillas enrojecer.
- ¿De que estáis hablando? Debería ir a cambiarme, acabaremos llegando tarde a clase.
- No cambies de tema. - Pansy me presionaba con la mirada.
- Nada. No pasa nada entre yo y el nuevo. - Intenté sonar lo más convincente posible.
- Oh, venga ya. Te gusta desde que lo viste en el gran comedor.
- Ayer estaba claramente ligando contigo y luego desaparecisteis ulos dos misteriosamente. No somos tontas.
Sabía que me habían pillado, así que solo me quedaba admitirlo. Justo cuando iba a empezar a hablar se me ocurrió una idea.
- Os lo contaré todo, - Ambas chicas se emocionaron. - pero... A cambio de algo.
- ¿A cambio de que? - Dijeron las dos con cautela.
- Información. - Ellas me miraron desconcertadas. La situación había dado un giro de torna y ahora era yo el que tenía el control. - Pansy, ¿Te acuerdas cuando, en el callejón diagon, estabas tan distraída? - La aludida asintió, lentamente volviéndose de un rosa claro. - ¿Por que estabas así? Bueno, más bien, ¿Por quien?.
Daphne se giró hacia Pansy, ahora también intrigada.
- Tienes razón, Draco. Deberíamos ir preparándonos, acabaremos llegando tarde. - Pansy miraba hacia todos lados menos a nosotros. Buscaba una salida, un metodo de escape quizás.
- Ahora eres tú quien cambia de tema. - Dijo Daphne, quien había cambiado de bando con la facilidad con la que yo me había volteado en mi segundo año por un chico mayor de hufflepuff.
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Como la odio
Roman d'amourHay una enorme frontera entre el odio y la amistad; pero, entre el amor y el odio, esa frontera se reduce a una estrecha línea marcada en la arena con un palo. Y que, cuando sube la marea puede desaparecer por completo. Pansy desarrolla una especie...