Pansy
Aunque merodear por los pasillos a las dos de la mañana no era mi plan favorito para un viernes noche, allí estaba. Dando una vuelta por el castillo porque no podía dormir. No era la primera vez que lo hacía, ni sería la última. Si un profesor me encontraba fuera de mi sala común a estas horas me castigarían por días, y no olvidemos que le quitarían puntos a mi casa.
Unos metros antes de girar en un esquina empecé a escuchar voces provenientes de allí. Al principio me tensé, pensando que sería algún profesor, luego escuché a una de las voces chistar para que el resto hablara más bajo. Esa misma voz también dijo algo como: "nos van a acabar pillando si hablas tan alto". Serían solo unos chavales cualquiera dando un paseo nocturno. Las voces cada vez se acercaban más. Dos chicos aparecieron por la esquina, uno de ellos llevaba su varita en alto para alumbrar el camino. Al verme el chico más alto pegó un chillido e instintivamente agarró al otro chico para usarlo como escudo. Mis ojos tardaron en ajustarse a la luz, pero una vez que lo hicieron pude ver que los chavales eran Cara-rajada y La Comadreja. Solté una carcajada.
- ¿Qué pasa Weasley? ¿Te doy tanto miedo que tu novio tiene que salvarte? - Incluso en la oscuridad pude notar como la cara del pelirrojo se volvía del mismo color que su pelo.
- No es mi novio. - Se quejó, al mismo tiempo que se apartaba de Potter.
Una persona apareció por detrás de los chicos y me miró extrañada.
- ¿Párkinson? - Dijo Hermione Granger.
Weasley volvió a chillar. Se giró rápidamente y puso a Potter enfrente suyo. Yo me volví a reir. El pelirrojo se alejó del otro chico, avergonzado. Hermione pasó por al lado de los chicos para venir a hablar conmigo.
- ¿Qué haces aquí?
- Podría preguntarte lo mismo, Granger. - La gryffindor se paró a pensar un momento, como si estuviera decidiendo si me merecía que me lo contara.
- Vamos a ir a ver a Hagrid. - Potter y Weasley empezaron a hacer aspavientos. Completamente atónitos de que me lo hubiera contado.
- ¡Hermione! - Gritó el pelirrojo, al parecer más alto de lo que pretendía porque acto seguido se tapó la boca. Granger ignoró a los chicos, al igual que yo.
- ¿En medio de la noche? - Dije, levantando una ceja. Ella asintió.
- Hagrid dijo que era importante, quería enseñarnos algo. - No entendía por qué Granger me lo estaba contando todo de tan buena manera, pero tampoco me quejaba. Los chicos miraban a la gryffindor con incredulidad. - Si quieres venir... - Me propuso Granger, ella misma parecía extrañada de sus palabras.
- Ya está bien. - Dijo Potter y cogió a Granger por el brazo. Se la llevo unos cuantos metros para poder hablar con ella sin que los escuchará. Weasley los siguió, mirándome mal de vez en cuando.
Hermione
- ¿Qué cojones te pasa? - Ron habló primero. Miré a Párkinson por encima de las cabezas de ambos chicos. La Slytherin, al darse cuenta de que la estaba mirando me sonrió.
- Nada. - Dije.
- Mira, no sé que te pasa con la puta víbora esa, - Dijo señalando a Párkinson. Una oleada de rabia me inundo, no tenía ningún derecho a hablar de ella de esa manera. - pero parece que se te ha olvidado lo mucho que le gustaba joderte la vida el año pasado.
- Ha cambiado. - Grité sin darme cuenta. Pude notar el color en mis mejillas cuando Párkinson miró hacia nosotros, extrañada.
- Hermione, lo que Ron quiere decir es que no podemos fiarnos de ella. - Harry hablaba de forma más tranquila, intentando calmar el ambiente.
- No va a decir nada. - Aseguré.
- ¿Cómo puedes estar tan segura? ¿Porque hicisteis un proyecto de pociones juntas? Oh, venga ya. - Ron volvió a quejarse. Lo ignoré y me dirigí a Harry.
- Harry, no dirá nada, lo prometo. - Harry lo pensó.
- Está bien. - Cedió. Ron empezó a hacer aspavientos. - Pero la próxima vez pregúntanos antes por lo menos. - Asentí.
- Pero - Empezó a decir Ron y le chisté para hacerlo callar.
Disolvimos el pequeño corro que habíamos hecho. Fui a hablar con Párkinson, dándome cuenta de que había convencido a mis amigos para dejarla venir con nosotros sin si quiera saber si quería. Pude oír a Ron quejarse a Harry a unos metros de nosotras.
- ¿Qué pasa Granger? ¿A tus amigos no les caigo bien? - Dijo Párkinson mirando hacía los chicos. Justo en ese momento Ron se giró y fulminó a la Slytherin con la mirada. - Porque parece que Weasley quiere asesinarme. ¿Crees que debería dormir con un cuchillo debajo de la almohada? Por si acaso. - Puse los ojos en blanco, pero no pude evitar sonreír. Párkinson rio.
- No seas idiota. - Dije yo, medio riendo. - Entonces, ¿Vas a venir o...?
- No tengo nada mejor que hacer así que sí. La verdad, es bastante triste que me tengas que venir a preguntar a mí por compañía. Es porque por fin te has dado cuenta de que soy claramente mejor que todos tus amigos, ¿verdad? Sobre todo mejor que Weasley. - Le di un golpecito en el brazo a modo de queja. - ¡Oye! - Protestó Párkinson. Me reí.
- ¿Sabes que también es bastante triste? Que tu mejor plan un viernes por la noche sea dar vueltas tú sola por el castillo. - Contrataqué. Por un segundo pensé que había conseguido dejar a la slytherin sin repuesta; sin embargo, rápidamente me di cuenta de que no. Párkinson se puso completamente seria, se enderezó lo más que pudo y dijo:
- Granger, he estado pensando esto bastante tiempo. - No entendía a donde pretendía llegar Párkinson con todo aquello. - Me he dado cuenta de que eres muy mala influencia para mí. - Cuando escuché eso solté una carcajada. - Es decir, ¿Escaparse en medio de la noche para ir a ver a Hagrid? Eso no es propio de mí. - La slytherin me mantuvo la mirada durante unos segundos antes de romper personaje y empezar a reírse.
Los chicos empezaron a caminar por el pasillo así que nosotras les seguimos.
- Más bien yo creo que es al revés, tú eres mala influencia para mí. - Párkinson levantó las cejas.
- ¿Tú crees? - Dijo ella con un deje de sarcasmo en su voz. Yo asentí. Hubo un silencio, en el que lo único que se escuchaba eran nuestros pasos resonando por el pasillo y el leve cuchicheo de Harry y Ron hablando justo delante nuestro. - Yo creo que te estoy haciendo más divertida. - Dijo Párkinson y justo después me guiñó un ojo. Sabía que era en broma, pero no pude evitar que mi corazón se acelerara.
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Bueno, se que he tardado mucho en subir este cap, pero ya estoy trabajando en el siguiente y tengo muchas buenas nuevas ideas para continuar la historia.
sin nada más q decir...
👽Hasta el próximo cap👽
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Como la odio
RomanceHay una enorme frontera entre el odio y la amistad; pero, entre el amor y el odio, esa frontera se reduce a una estrecha línea marcada en la arena con un palo. Y que, cuando sube la marea puede desaparecer por completo. Pansy desarrolla una especie...