Yo soy la Rocket Queen. [Axl Rose]

Capítulo 15

~*Narra Olivia*~

Llegamos a la casa de Axl y caminamos hacia el gran portón, era una casa antigua donde el terror combinaba a la perfección.

Era de sus padres.

Entramos y Naiquen nos recibió amistosamente.
Cuando Axl se le acercó se miraron de reojo indiferentes y caminaron hacia el living.

Nos pusimos a conversar comúnmente, de tonterías y temas coherentes e incoherentes, simultáneamente.
Pasadas unas 2 horas, Axl, nos ofreció algo para comer y todos asentimos hambrientos.

-Naiquen, ve tu y que Liv te ayude- ordenó Axl.

Con frustración, la chica Rose aceptó y ambas nos dirigimos hacia la cocina.

Era una buena oportunidad para hablar.

Al llegar, sentí un sollozo de su parte, ninguna actitud extraña resultaba indiferente para mí.

Me acerqué a ella.

-¿Qué te sucede, nena? ¿Todo está bien?- cuestioné apenada.

Ella se lanzó a mis brazos y lloró desconsoladamente.

Me atrevo a confirmar que fue una de las escenas más jodidas y penosas de mi vida.
Claro está, ya no éramos niñas que llorábamos frente a cualquiera y por idioteces.
Era más que obvio que algo había sucedido.
Intensifiqué el abrazo que aún no correspondía totalmente y acaricié su espalda.

-¿Qué tienes?- pregunté con la voz quebrada.

-Es... es Axl... él ya... ya no me quiere, no me aprecia, ¡me odia!- gritó aumentando mi sensación de sensibilidad.

-No... no, Naiquen, te equivocas, no te odia, ni ya dejó de quererte, ¿qué estás diciendo? Son hermanos, se quieren a pesar de todo- dije apenada-. Hey, escucha-. Levanté su mentón-. ¿Por qué dices eso? Él te quiere.

-No, no lo hace, ya no más. E... él habla muy poco, me evita, me trata muy indiferente, cuando me habla es para darme órdenes o para avisarme algo, como si fuéramos extraños compartiendo departamento. Es horrible, ¡maldita sea!- exclamó-. Soy una puta, me trata como tal.

-¡No! ¡No digas eso, joder! ¿Qué clase de tonterías piensas? Eso... ¡eso es una gran mentira! Tú eres la mejor, no sabría como describirte, eres perfecta- mi voz se distorsionaba, sentía que se acercaba un llanto-. ¿Cómo dices eso? Dios mío... A... Axl sólo está mal por lo de Izzy, pero ya pasará, te lo aseguro. No hiciste nada malo, e... es algo natural del ser humano, ustedes se conocen, se tienen confianza... ¡me atrevo a decir que se aman! Yo lo sé. Ya no pienses así.

-Sí, Liv, yo amo a tú hermano, no puedo negarlo más... pero tú no sabes lo que se siente que tu hermano, la única persona que tienes, te ignore constantemente, ¡como si fueras un simple conocido!

Sus palabras me llegaron.
Y era comprensible, yo no podría durar así ni un día con Izzy.
Pero, ¡mierda! Bajo otras circunstancias hubiera citado una y otra vez su confesión de amor, casi ni me di cuenta.
Quería ayudarla, necesitaba hacerlo... debía hablar con Axl.

-Oye, estate tranquila, voy a hablar con él- avisé acariciando su espalda.

Negó con la cabeza.

-No quiero darte más problemas.

-Nada de eso, lo haré y no desistiré, te lo aseguro- esbocé una cálida sonrisa y la dejé a solas a su veloz petición.

Caminé hacia la sala de estar y atraje miradas de desconcierto por todo el lugar.

-Pelirroja, debo hablar contigo... a solas- señalé, intentando sonar natural.

-Sí, claro- Axl se incorporó y caminamos hacia el jardín trasero.

Izzy me lanzó una mirada como advirtiendo que no hiciera nada de lo que me pudiera arrepentir, tan sólo asentí.

Al llegar me senté en un escalón y él a mi lado.

-Hey, ¿qué sucede? Esa cara no me transmite lo que yo quiero- preguntó seguido de una sonrisa.

-No vine a incitarte sexualmente.

-Qué imaginación calenturienta tienes, sólo decía a modo de... amistad.

-Bueno, la amistad influye en esto. Mi amistad con Naiquen...- susurré.

-Ah, esa, ¿qué pasó?- respondió secamente.

-¿Esa?- cité arqueando una ceja-. "Esa" es tú hermana y está herida-. Pronuncié resaltando el "tú".

-¿Herida? Que la fo- interrumpí su grosería con un bofetón en su mejilla. Volvió su cabeza al instante y luego me miró con una sonrisa ladina-. Are you crazy?

-No te permito que digas esas cosas, maldito hijo de puta, ¡es tu hermana!

-¿Quién la envió a clavarle las garras a Izzy?

-¿O sea que yo también te clavé las garras?

-Si vamos a ponernos en esa posición supongo que sí- quedé boquiabierta instantáneamente.

-Me equivoqué contigo como hombre, creo que también como amigo- musité y me levanté de mi sitio. Cuando di un paso, Axl me tiró del brazo, me dejó al frente suyo y me besó de una manera hambrienta.

Posicionó sus manos en mi rostro para afirmar el agarre, ya que yo me resistía.
Terminé correspondiéndole y me sentí una idiota.
Todo lo que él hacía, lo hacía para tenerme siempre vulnerable hacia él, hacia sus besos, sus caricias... y yo caía.

-No me arrepiento de haberme dejado clavarme las garras, cariño- sonrió y me dejó suavemente.

-Yo no te traje hasta aquí para que me beses, me plantees como una zorra e insultes a mi única amiga- sollocé-. No vuelvas a tocarme involuntariamente, contigo no se puede hablar.

-¡Ah, por favor! ¿Qué mierda te quejas? ¡Te pasa lo mismo que a mí! Te encanta que te toque y te rindes ante mis besos. No finjas con un experto, honey.

Pasó una mano por mi cabello y la quité con brusquedad.

-Eres un imbécil, no te quiero tener cerca, me produces náuseas- hice una mueca de asco-. No vuelvas a ignorar a Naiquen, ¡te quiere más que a nadie en este puto universo y al despreciarla me doy cuenta de la mucha repulsión que me causas!-. Abrí la puerta-. Decepciónate de un error suyo cuando tu nunca lo hayas cometido- lo miré de arriba a abajo y me fui al interior de la casa dejando a Axl con una mirada de desconcierto.

Me jodía su maldita actitud, que siempre tuviera que tener la razón y que se creyera mi propietario.

Aunque lo último, quizás no fuera tan malo.

Esperé, tan sólo, que me hiciera caso, que desistiera de su ley de hielo.

Sólo eso, nada más.

~

(1020 palabras de capítulo, récord).

Bien aburrido, vieron¿

Pero se lo debía a Orianna, creo, yo pago lo que debo, perras(?

Uhm, bueno, ya saben, voten y comenten, si quieren, no sé(?

Kisses, amores