Capítulo 22

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  Olivia y Axl optaron por levantarse, dando por finalizada su sesión de besos apasionados para evitar que pasara a algo más. Al llegar a la sala, no se sorprendieron demasiado al ver como Duff estaba durmiendo en el sillón con la mitad del cuerpo colgando, mientras Steven lo hacía en la mesa de la cocina rodeado de distintas botellas de bebidas alcohólicas y Slash simplemente estaba en el piso. Pero no había rastro alguno de Izzy y Naiquen.

  Antes de que alguno de ellos pudiera objetar algo acerca de la ausencia de los otros dos, sintieron pasos en las escaleras y aparecieron juntos con una sorpresiva expresión.

—Buen día —dijo Olivia para aligerar el ambiente que de pronto se había formado entre ellos—, creo que será divertido ver el estado de los chicos en cuanto despierten.

  Y, de esa manera, Naiquen se adelantó entre ellos y comenzó a abrir las extensas cortinas de color bermellón ante los ojos hororizados de Axl, entonces comenzaron a oírse gruñidos.

—Hijos de puta—masculló Slash, seguido de eso todos comenzaron a mirar a Naiquen sin un ápice de amistosidad en sus ojos y, a regañadientes, los tres se levantaron mientras puteaban a Dios y se chocaban para entrar al baño próximo a la sala.

—Recuerden que hay baños arriba —rió Olivia, ganándose más puteadas dirigidas a ella y su madre.

—¿A quién le toca la limpieza?—habló Izzy con burla, recibiendo una negativa instantánea del pelirrojo.

—¡Yo presté la casa!—vociferó indignado Axl.

—También es mi casa, así que apoyo la moción—pronunció Naiquen y sonrió socarrona hacia Izzy.

—Yo no sé limpiar—se escuchó decir a la hermana del guitarrista rítmico mientras continuaba abriendo las ventanas de la casa.

—Yo tampoco—dijo Axl, observando como salía Slash del baño con un semblante serio—, pero ¿saben a quién se le da excelente eso de la limpieza? ¡A mí querido amigo Hudson!—exclama, yendo hacia el otro y abrazándole ligeramente.

—Qué te jodan, Rose—suelta el de tupido cabello y se aleja de Axl—. Tengo una resaca de puta madre.

—¿No es más fácil hacerla entre todos?—intervino Duff mientras bajaba las escaleras con una radiante sonrisa en el rostro.

  Todos en ese momento se preguntaron cómo alguien podía verse tan fresco luego de haberse bebido hasta la última gota de vodka que había en la casa.

  Y se lo preguntaron.

—Es el efecto McKagan—respondió él con sencillez y tomó asiento donde anteriormente dormía.

*

  Luego de que concluyeran la tarea de limpiar y ordenar la casa, todos se comenzaron a retirar uno por uno con distintas excusas estúpidas que planteaban que Slash probablemente iría a algún bar, Steven iría a regar sus plantas y Duff a sacarle brillo a los brillantes pisos de madera de su casa. Olivia e Izzy también se fueron, pero la nombrada prefirió desviarse del camino y salió a caminar por los alrededores.

  Decir que estaba preocupada sería un eufemismo.

  Olivia estaba feliz por todo lo relativo al Appetite For Destruction, tenía fé en que los muchachos tuvieran éxito porque su música era increíble y deseaba que no comenzaran a haber dificultades a largo plazo, pero ella no podía evitar divagar acerca del futuro y las cosas que sucederían.

  Ella realmente quería detener el tiempo.

  Si ellos obtenían fama excesiva, seguramente Axl terminaría por olvidarse de ella, encontraría alguien mejor, una mujer más bonita y madura.

  Olivia suspiró y pateó una piedra, ella solía pensar demasiado y de un momento a otro se encontraba al borde de un ataque de pánico por lo jodida que estaría si Axl se atreviera a abandonarla. Estaba ella tan enamorada de él...

  Esperen, ¿enamorada?

  Se detuvo abruptamente en su lugar y una de sus manos pasó a cubrir sus labios.

  Olivia terminó por evitar a Axl durante dos semanas continuas mientras se reprendía estando encerrada en su habitación de haberse enamorado de una persona que no le correspondería del todo jamás.

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orianna, love ya.

Yo soy la Rocket Queen. [Axl Rose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora