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⋆͙̈Xiao Zhan

¡Estúpido Wang! ¡Estúpido yo! ¡He vuelto a caer!

Escucho las garritas de Jianguo contra la puerta del estudio. Me levanto de mala gana y le abro. Enseguida ella comienza a reclamarme con maullidos.

—Perdón, nena, no debí poner a Wang Yibo antes que a ti —le digo, cargándola y llevándola de vuelta al salón —he arruinado la cena, ¿Verdad?

Ella me responde con un último maullido, luego se acomoda en mis brazos y empieza a ronronear.

Antes de decidir si ceno o me voy a dormir, alguien llama a la puerta. Seguramente los coches ya están subiendo sus costos y Wang Yibo se lo ha pensado mejor.

Me dirijo a la entrada, con Jianguo aún en brazos. Estoy listo para rechazarlo. Ya le toca a él quedarse con las ganas.

—¿Qué quieres? —pregunto con voz seria al momento que abro la puerta.

Wang Yibo ha cambiado su actitud de hace un momento por una más tímida. Lo sabía. Los coches de aplicación están carísimos.

—¿Y yo qué tengo que ver en eso? ¿No has dicho que necesitabas irte? —continúo con indiferencia.

Jianguo empieza a ronronear con felicidad. Incluso mueve la cola de un lado a otro. Supongo que se puso contenta de que Wang Yibo regresara. Sí que le ha caído bien.

—¿Puedes llevarme? —me dice con timidez.

—Wang Yibo, es bastante noche y he bebido...

Me quedo callado cuando escucho que el ascensor se abre y vienen dos personas ahí... ¡Son mis padres!

Suelto a Jianguo y meto a Wang Yibo con rapidez. Necesito esconderlo. No lo puedo meter al baño, porque seguramente uno de mis padres querrá entrar. Tampoco al estudio porque mi papá suele entrar ahí...

Suena el timbre de la casa. Ay no. Ay no.

—A mi habitación, anda...

—¿Qué sucede?

Otro timbrazo.

—Son mis padres. Anda, quédate aquí y no salgas hasta que yo te diga.

No le permito que pregunte nada. Simplemente le cierro la puerta y corro a abrir la puerta. Efectivamente, son mis padres.

Los tres nos miramos un poco atónitos. Yo a ellos porque no sé qué están haciendo aquí y ellos a mí porque no saben qué estoy haciendo.

—Má, pá... ¿Qué hacéis aquí? —pregunto nervioso.

—Tu papá y yo hemos ido al centro —responde —y como estábamos cerca, hemos decidido pasar a saludarte —mamá se asoma, como echando un pequeño vistazo al mueble para los zapatos. Menos mal que Wang Yibo trae los suyos puestos.

—¿Nos dejarás pasar? —pregunta papá con tono sospechoso.

Me hago un lado para que ellos pasen. Mientras se quitan los abrigos y los zapatos, aparece Jianguo, maullando para atraer la atención de mamá.

Jianguo y mi madre tienen una conexión muy fuerte de abuela a niega. Creo que mamá la prefiere más que a mí.

—¿Quién es la princesa de la casa? —pregunta emocionada —ven acá, que te he traído un juguete, preciosa.

Mamá saca de su bolsa un par de ratoncitos de juguete y se los entrega a Jianguo. Mi nena empieza a jugar con ellos.

—¿Estabas con alguien? —pregunta papá, completamente serio y mirando a los lados.

Al Otro Lado Del Cristal | ZhanYiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora