Al Otro Lado Del Cristal | ZhanYi

⋆͙̈ V E I N T E ⋆͙̈

❀ Capítulo dedicado a MissGallith. Y GiselaCelis ❀

⋆͙̈ Xiao Zhan

Siempre creí que el día de San Valentín no era más que un simple día sobrevalorado y comercial. Bueno, me dedico al marketing después de todo, sé que cualquier local adornado con corazones rojos y rosas no lo hace sino para llamar la atención de la clientela. Y qué los "2x1" no son más que una inflación disfrazada de "promociones" para que las parejas consuman el servicio.

Claro que eso lo pensaba hasta el año anterior, antes de que Cupido me flechara completamente.

Este año, siendo mi primer año en celebrar esta fecha, quiero llenar la habitación de Yibo con flores.
Al inicio pensé hacerlo en mi apartamento, donde podríamos hacer el amor después de que viese su sorpresa, pero no es lo mismo a que él vea su habitación decorada.

Además, Wang Hedi me ha echado una mano. Me ha ayudado a conseguir dos reservaciones en uno de los hoteles de su mamá para los papás de Yibo.

Así que, prácticamente la casa es nuestra.

Compro cerca de cuatro docenas de rosas rojas, a parte de un enorme ramo buchón. Es una pena que no se lo pueda llevar a la oficina y que lo pueda presumir ahí.
Compro globos rojos y rosas con helio. Pienso atarles un cordón con alguna cartita.

Desbarato los botones de las flores y comienzo a regarlas por todo el piso, formando un camino hasta la cama, dónde formo dos corazones unidos, atravesados con una flecha.

Una vez terminado, reparto las rosas que me sobran por la habitación, en pequeños vasos de agua que robo de la cocina de la señora Wang.

Ahora toca escribir las cartas. La verdad esto último se me ocurrió y cuando tengo el papel en blanco sólo me sale escribir cursilerías.

«That we've got one life one world»

«So let's come together»

«We'll weather the storm»

«A rain of colors Look up to the sky»

«We're all made of shooting stars»

«We are made to love»

Cada papelito va en cada globo. Después de atarlos y dejar que se eleven hasta el techo, uso la bolsa negra donde tenia los globos para guardar los tallos de rosas que me quedaron. También los cientos de intentos de papeles que desperdicié mientras escribía mis cartitas.

Ojalá no hubiese hecho esto último.

Cuando recojo los materiales, tiro sin querer el montón de papeles que Yibo tiene en su escritorio.

—Mierda —digo, agachándome para levantarlo.

Entre lo que he tirado, me encuentro copias del currículum de Yibo, así como también su título universitario. Se ve tan lindo con su cabello corto.
Saco mi móvil para hacerle una foto a su retrato. Luego lo guardo y continuo recogiendo, hasta que...

Hay varias fotos que se han caído de alguna parte. Al parecer es un sobre amarillo. Dejo los documentos que ya tengo ordenados sobre el escritorio y luego vuelvo por esas fotos. Si son más de Yibo pequeñito sí que quiero verlas.

Al coger las fotografías se me oprime el corazón. Y es que, aunque reconozco al hombre de la fotografía, tardo en procesar quién es.

Paso una a una las fotos. Me tiemblan incluso las manos.