Wang Yibo es diseñador. Recién graduado.
Su primer empleo lo obtiene en una importante compañía de marketing donde conocerá gente extraordinaria y divertida, pero también, a Xiao Zhan, el "Mal Augurio" de la oficina.
Dicen que cuando Xiao Zhan fija...
El domingo Xiao Zhan me avisa que los partidos de los Lakers han sido muy buenos, pero que los Nuggets han estado mejor que ellos.
—El entrenador está furioso. Mañana cambiará la estrategia para el partido del miércoles —me cuenta Xiao Zhan por video llamada.
—¿Y qué es lo que harás tú? —pregunto, ya que no entiendo bien el desarrollo de su puesto en el juego.
—Yo tengo que reunirme con algunos patrocinadores. Ya que muchas marcas quieren apostar por el mejor partido.
—Oh, ya...
Dejo que Xiao Zhan continúe hablando, pero no le presto demasiada atención. En realidad, estoy pensando aún en lo que me dijo Yixuan de la señora Xiao.
Siento un poco de pena por ella, pues si sólo esta fingiendo, entonces es muy intenso de su parte. Pero, si realmente ha enfermado, estoy casi seguro que es por todas las emociones acumuladas.
Cuando bajo a cenar con mis padres, ellos notan mi distracción, así que decido preguntarle a mamá del tema. Ella no es psicóloga, mucho menos médica, pero es muy fiel a la idea de que las emociones se reflejan en nuestro estado físico.
—Digamos que conozco a una mujer... a la que su marido la engaña desde hace años y su hijo recién se ha separado de ellos —comienzo por decir —y esta mujer recientemente ha enfermado.
—¿Qué es lo que tiene? —pregunta mamá con tranquilidad.
—No sé... p-pero luce muy cansada, delgada... ay, olvídalo. Quizá me esté equivocado.
—¿Es la mamá de Xiao, verdad?
—Mn.
Mamá hace una pausa mientras analiza lo poco que sabe de la situación con los padres de Xiao Zhan. Después me da su opinión.
—Nuestras emociones pueden afectarnos físicamente, Bo —dice mamá con tranquilidad —esa pobre mujer tiene una infinidad de sentimientos que le empiezan a cobrar factura.
—¿Depresión?
Ella niega con la cabeza
—Sí. No. No podría decirte exactamente porque no es una mujer a la que haya visto o conozca. Sólo te digo mi opinión sobre las emociones.
Nos quedamos callados durante un rato, mientras terminamos la cena. Después, ayudo a mamá a limpiar el desorden y subo a mi habitación.
Me quedo acostado mirando al techo, con Jianguo ronroneando a mi lado.
No sé qué hacer en estos momentos, si decirle a Xiao Zhan lo que he escuchado de su mamá, o esperar a que regrese del viaje para hacerlo. Ya le oculté una vez lo de su papá y no se molestó conmigo. Pero ahí tenía las pruebas del perro teibolero. Esto es sobre su mamá. Su adoración.
—Ni modo. Lo haré —digo en voz alta, reincorporando me para escribirle el mensaje.
Simplemente le escribo lo que me contaron y que debería llamarla. ZhanGe tarda en responderme y cuando lo hace, me agradece por la preocupación y promete que al día siguiente le enviará un texto.
Por esta noche duermo mejor.
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