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Ya había experimentado la adrenalina de tener una relación en secreto con Doona, pero tener una relación carnal con Wookyung era otro nivel.

Wookyung era un hombre que exudaba juventud y confianza, lograba lo que quería y poseía los medios y cerebro para hacerlo. Minho no podía creer que de cierta forma admirara al chico que le dio mala espina la primera vez que lo conoció.

Pasaba mucho tiempo en el departamento de este, que por cierto estaba ubicado en un condominio frente al mar. La vista era preciosa cada vez que se levantaba e iba a la cocina a tomar café para resucitar luego de una noche larga y apasionada. De verdad Cha Wookyung había nacido en una cuna de oro, cosa contraria a su situación.

Banco XXXX solicita el pago de XXXX...

Banco YYYY requiere el...

Aviso de....

Los mensajes en su correo electrónico eran muchos. Sabía que solía gastar más de lo que podía generar en un mes, sin embargo, no podía detenerse. Se endeudaba con facilidad pues cuando veía algo que le gustaba, lo compraba sin pensar.

Celulares último modelo, ropa cara, zapatos de cuero, corbatas de seda...

En su favor estaba el hecho de que aquellos meses que trabajó hasta partirse el lomo había recaudado dinero suficiente para pagar ciertas deudas, pero el costo del maldito anillo para Doona había afectado otros asuntos más importantes, asuntos que ahora llenaban su bandeja de entrada. Pensó en vender el anillo, pero era un tonto que le había añadido un valor sentimental a una joya que ahora no tenia sentido mas que el recordarle que había sido engañado, y que también se había permitido descubrir y disfrutar de su ser omega a causa de ello.

Cerró su laptop y vio el mensaje de Wookyung. Pasaría por él en una hora e irían a un restaurante que el menor había mencionado como muy popular y bueno. Dicho restaurante necesitaba una reservación con 2 semanas de antelación, pero Wookyung consiguió una mesa frente a la mejor vista de la ciudad en una hora.

El chico solucionaba.

Cuando escuchó su teléfono sonar salió. Wookyung le esperaba en su auto y escuchaba una canción muy buena. Tenía un gusto muy variado en la música y era muy selectivo.

"Minho Hyung." Sonrió, dándole un beso en los labios.

Tras un mes de aquella relación secreta y puramente carnal que tenían, Wookyung se había puesto más en confianza y solía darle muestras de afecto. Era un hombre muy cariñoso luego del sexo duro. En la cama a veces perdía el control, como... en serio perder el control. A veces lo azotaba en las nalgas con la palma grande y fuerte de su mano, se corría siempre en su interior y a veces ni podía sentir cuando lo anudaba porque se perdía en las feromonas del alfa, por lo tanto su nivel de dilatación aumentaba. Otra cosa que le pareció rara es que una vez lo ató. Lo ató como en aquellas películas eróticas que básicamente eran porno sadomasoquista. Aquella vez no fue mejor que las otras veces, de hecho, se sintió frustrado porque solo se sintió como un agujero para joder. No era muy participativo a la hora de las caricias, solo recibía lo que Cha le daba porque así le gustaba ser en la cama, relajarse y recibir, pero sentirse incapacitado era una cosa que odiaba. Aparentemente Cha tampoco la pasó bien porque no volvió a sugerirle usar los muchos juguetes que había pedido en línea, réplicas de los que ya tenía, porque Minho se negó a usar unos que ya había usado con otros, por más que estos hayan estado limpios y hayan sido usados con condones.

"Supuestamente este lugar es excelente y figura en una lista de los mejores restaurantes del país." Dijo Wookyung sirviendo vino en ambas copas, ya sentados ambos en el elegante lugar.

Últimamente, además de mantener relaciones íntimas, solían frecuentar restaurantes, convenciones y bares, siempre evitando lugares donde pudieran ser reconocidos por personas conocidas.

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