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Cuando el sonido de la puerta principal resonó en el silencio de la mañana, Minho se levantó para darse una ducha, con ansias por quitar cualquier signo y aroma del alfa de su cuerpo.

El tiempo pasaba lento y tortuoso, tan agonizante.

Cada día era una agonía en el que era víctima del apetito y juegos bizarros de Cha Wookyung. Había perdido noción de la marcha del calendario.

Ese dia, como todos los días desde que el alfa decidió que sería suyo, se sentó en la sala, frente al televisor apagado para observar la oscura pantalla, hasta que sentia mas oscuridad rodeándolo, como único aviso que su mente embotada podía percibir y reconocer como el anochecer, lo que significaría que Wookyung llegaría pronto para volver a tomarlo, con fuerza y con sadismo, destruyendo su mente un poco más cada vez.

Aunque al principio los extraños juegos en los que el hombre más joven lo atormentaban, pronto dejó de reaccionar a ellos con miedo, solo cansancio y ganas por caer dormido y no sentir mas nada, pero a veces era difícil, porque Minho no podía evitar sentir placer, y a la vez repulsión por sí mismo. ¿Porque no podía eliminar el regocijo de su cuerpo cada vez que el alfa se sentía bien tomando su cuerpo? Tal vez porque era omega, y porque solo con Wookyung conoció un placer tan grande. O tal vez porque era normal, después de todo una víctima no podía evitarlo si...

No quería pensar más. Lo único que sepultaba ese horror con otro más grande, era saber que en su interior su lado omega se sentía lastimado y confundido por no comprender porque su alfa lo detestaba tanto, porque lo castigaba, y tenía miedo de preguntar. Wookyung lo aterraba. Sabía que los alfas dominantes eran más posesivos, por lo que suponía que el haber huido de él siete años atrás fue lo que causaba ese rencor tan feroz que el más joven le guardaba.

Debía aclarar que intentó escapar unas veces más, pero cuando volvió sentir los bofetones en su rostro adolorido decidió dejar de intentar. ¿A dónde llegaría? Las personas que trabajaban en ese edificio respetaban o temían a Wookyung. Gente encargada de la limpieza llegaba una vez por semana, lo veían allí. No escucharon sus súplicas la primera vez que les pidió ayuda ni miraron su rostro golpeado ni sus labios partidos la segunda vez. Nadie le ayudaría. No tenía forma de comunicarse con nadie. Incluso sabía que su viejo piso había sido desalojado, por encargo del alfa que se había encargado de dejar ni una sola opción a la que volver.

Estaba jodido.

Al mirar en la cocina, notó una vinoteca. Se acercó con pesar, pensando que tal vez tomar una copa sería una forma diferente de pasar el tiempo en esos días tan monótonos y similares entre sí. La vinoteca era alta y angosta, pero al abrir la puerta y deslizar una bandeja extraíble, las filas de botellas de diversos tipos de vinos, whiskies, rones y otros licores de alta calidad se hicieron visibles.

Tomó una botella, pero pronto no fue suficiente. Se sintió mas liberado y ligero, por lo que pensó que otra botella no seria algo malo, después de todo el idiota de Wookyung no era tacaño, no le reclamaría por tomar su alcohol.

Más tarde, cuando abrió los ojos, reconoció la cómoda cama bajo su cuerpo, y a su lado el alfa descansando tranquilamente.






Días después...

"Gracias por todo. Hasta luego."dijo Doochi, cerrando la puerta tras él.

Wookyung dio un sorbo a su segunda taza de café de la mañana. Pronto, Whale Books comenzaría el proceso de diseño y producción de las obras seleccionadas. Todo había sido bastante agitado desde que Minho fue expulsado de la universidad; tuvo que hacer todo el trabajo solo, con la inesperada ayuda de Doochi, quien resultó ser muy útil. Aunque torpe, le divertía ver cómo se las ingeniaba con el trabajo que tenían por delante, y era sorprendentemente eficiente. Fue por eso que le dio la oportunidad de publicar en Whale. Gracias a esta colaboración, pudo descubrir el interés de Doochi en Woo Haesol, quien era la inspiración para sus novelas risibles y románticas. Quién sabe, esa información podría ser útil más adelante.

InfielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora