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La luz de la mañana iluminaba la habitación y como siempre, lo primero que sentía cuando cobraba conciencia eran los besos adormilados de Cha, sus brazos rodeándolo y su firme pelvis presionando su trasero.

"¿Te sientes mejor?" preguntó el más joven, enterrando su nariz en el cuello tibio del omega.

"Sí."

La sensación de tranquilidad y seguridad en el ambiente ayudó a aplacar la inestabilidad emocional que últimamente presentaba.

"Que bien." murmuró Wookyung, volviendo a dormirse, aferrado a su cuerpo.

Las cosas se habían salido de control, las emociones habían profundizado a un nivel que no había pensado posible al inicio. Pero ahí estaba, en una cama grande que guardaba el aroma de ambos, omega y alfa dominante. Dormir en su propia cama, en su habitación oscura y fría se le hacía extraño y desconocido ahora.

"No duermas." pellizcó la nariz del ojimiel, desquitándose un poco. "Tenemos que ir a clases y a la reunión del club."

"No quiero, olvidémonos de las clases hoy, de todo lo demás." se quejó. "Vamos a la playa."

"No." quiso reír al ver la cara de Wookyung arrugarse con pereza como un niño. Cuando vio que comenzaría a quejarse nuevamente, lo interrumpió. "Podemos ir el fin de semana, pero hoy tenemos que asistir."

"Bien, pero ya lo prometiste. Fin de semana bronceándonos." rió el alfa, y le dio un beso antes de desaparecer tras la puerta del baño .

Minho se levantó lentamente, sintiendo una extraña presión en el estómago y el pecho.

Tenía un mal presentimiento.




La reunión transcurrió según lo planeado. Se anunció un nuevo concurso de escritura para la próxima semana y Minho tenía la intención de participar. Aunque no poseía el renombre del concurso literario nacional, podría ganar dinero si lograba posicionarse entre los primeros puestos. No carecía de recursos, gracias a la soltura de Cha, quien tenía una considerable fortuna y disfrutaba comprándole cosas. Sin embargo, pedirle dinero para la universidad era algo que ni siquiera podía considerar. Sabía que Cha lo proporcionaría si lo solicitaba, pero pedir dinero a un alfa, más joven que él, lo hacía sentir inútil.

Era un omega, sí, y a pesar de la opinión de las personas, podía mantenerse por sí mismo.

Suspiró y tomó su botella de agua.

Sin desearlo su mirada se topó con la intensa y persistente de Doona, quien a diferencia de otros días estaba sentada frente a él. Desvió los ojos para mirar a Taeyoung.

No sabía si estaba equivocado, pero durante el día notó que la alfa lo buscaba con los ojos, con una expresión dura, casi de enojo. Apenas había participado en la reunión que seguía en pie gracias a que Taeyoung, Donghoon y Wookyung discutían sobre las nuevas metas del club ahora que comenzaban un nuevo periodo académico.

Bajo la mesa, Wookyung apretó discretamente su muslo, llamando su atención hacia otro punto que no fuera Doona. Lo sabía, era lo que solía hacer cuando creía que miraba a su ex pareja. Cha era absolutamente posesivo, lo atribuía a que era un alfa dominante, difíciles de controlar y muy violentos a veces, pero Wookyung parecía ser una rara excepción. Nunca lo vio enojado o hacer berrinches realmente, solo solía incomodarse cuando Doona estaba cerca y lo follaba durante toda la noche cuando llegaban a casa.

Hoy tal vez sería uno de esos días.

El teléfono de Cha comenzó a sonar y Minho pudo apreciar el nombre Madre apareciendo en la pantalla. Con el cuerpo tenso y reacio, Wookyung se retiró disculpándose.

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