Algo No Esperado| JJK

Capitulo 6 - ¿Qué hago aquí?

La luz del sol comenzaba a filtrarse por las cortinas, los rayos del sol comenzaban acariciar mi rostro, haciéndome abrir lentamente mis ojos.

– Me duele la cabeza. –me quejé mientras me incorporaba en la cama.

Cuando quité las sábanas de mí, me percaté que no traía ropa, haciendo que me cubriera de nuevo. Observé todo a mi alrededor, dándome cuenta que no estaba en mi habitación, aferré más las sábanas contra mi pecho, preguntándome como había llegado aquí.

Estaba perdido en mis pensamientos, hasta que una voz somnolienta me dejó paralizado, giré lentamente la cabeza hacia mi izquierda, encontrándome con una cabellera castaña, en ese momento mi corazón comenzó a latir con fuerza al reconocer a la persona que estaba a mi lado... Park Haerin, quien se encontraba durmiendo tranquilamente.

¿Cómo había terminado en la misma cama con ella?

Mi corazón se aceleró más cuando la chica comenzó a parpadear lentamente, finalmente Haerin abrió los ojos, y comenzó a mirar con confusión a su alrededor, hasta que su mirada se encontró con la mía, haciéndola fruncir el ceño.

– Jeon –habló mientras acariciaba su rostro con sus manos— ¿Qué estás haciendo aquí?

– Lo mismo me pregunto...

Ambos nos quedamos en silencio, intentando asimilar la situación en la que nos encontrábamos. Después de unos segundos, me puse de pie con cuidado, las sábanas aun cubrían la mitad de mi cuerpo, comencé a buscar mi ropa, mientras intentaba recordar cómo había llegado aquí.

– ¿Qué es lo ultimo que recuerdas? –preguntó la castaña mientras imitaba la misma acción.

– Todo está borroso –respondí mientras colocaba mi pantalón—hablamos, bebimos, reímos, bailamos y...

– Nos besamos. –completó ella.

El silencio se volvió hacer presente, habíamos cruzado una línea que nunca imaginamos que traspasaríamos. Luego de vestirme, decidí salir de esa habitación lo más rápido posible, pero la voz de Haerin me detuvo.

– ¡Ni pienses salir por ahí!

La castaña no dijo nada más y salió de la habitación, unos segundos después volvió a entrar, y cerró la puerta con seguro.

– Mi familia esta abajo –comentó—no te pueden ver.

– Y como me voy, ¿saltando por la ventana? –bromeé.

– De hecho, si lo harás. –respondió soltando una sonrisa.

– ¡¿Qué?!

Haerin me tomó del brazo y me llevó hacia la ventana, la cual estaba entreabierta, miré hacia abajo, evaluando la altura y preguntándome si realmente era una buena idea.

– Estás loca –dije retrocediendo unos pasos—no pienso saltar.

– No seas tan dramático, Jeon, no es tan alto –Haerin soltó una risa suave, observando mi incredulidad– además, hay un balcón justo debajo, no te pasará nada.

Después de unos segundos de duda, terminé aceptando, me acerqué a la ventana y la abrí por completo. Deslicé una pierna por la ventana, sintiendo el viento fresco de la mañana, miré hacia abajo una vez más antes de soltar un suspiro resignado y dejarme caer al balcón del piso inferior.

Haerin asomó la cabeza por la ventana y me sonrió, aliviada de que mi intento de fuga no terminara en un desastre.

– Ya vete, Jeon –susurró—antes de que mi papá y hermano te maten.

Sin decir una sola palabra, me deslicé del balcón al suelo y me encontré en el patio trasero de la casa de Haerin. La hierba crujía bajo mis pies mientras me alejaba rápidamente de la escena, aún en estado de shock por los acontecimientos de la noche anterior, intenté recordar los detalles que me llevaron a despertar en la misma cama que Haerin, ella y yo... estuvimos juntos.

¡¿Pero que carajos había hecho?!

¿Qué les pareció?