Capítulo 16 - ¿Fingir?

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No puedo creer que mis fotos estén en todos lados. –dijo Haneul mientras aplaudía por la emoción.

Ya es la quinta vez que me lo dices. –respondí mientras guardaba mis cosas en el casillero.

— Desde que gané el concurso veo que ya no me prestas atención. –se quejó mientras cruzaba los brazos y hacia un pequeño puchero.

— Claro que te presto atención –cerré el casillero y me giré hacia ella— es solo que he estado un poco distraído últimamente.

Antes de que Haneul pudiera decir algo más, una voz se hizo presente.

— Que horror ver todas esas fotos –dijo la castaña, haciendo una mueca de desagrado.

Haneul frunció el ceño, pero no hizo falta que girara la cabeza para saber de quien se trataba. Ya había pasado un mes desde el festival de fotografía y por fin Park Haerin se había hecho presente en la secundaria, todavía tenía esa mirada que hacía retroceder a cualquiera, se detuvo a unos metros de nosotros, mientras su vista recorría en las imágenes de Haneul pegadas por el pasillo.

— Pero miren quien decidió aparecer después de su derrota. –habló Haneul mientras daba un paso hacia Haerin.

La castaña no retrocedió ni un milímetro, su postura se hizo más firme, mostrando aquella sonrisa arrogante que la caracterizaba.

— No te creas tan importante, no me ausenté por ti –respondió Haerin con indiferencia, encogiendo los hombros—además, sé que hiciste trampa para ganar ese estúpido festival.

Al escuchar las palabras de la castaña, la expresión de Haneul cambio rápidamente, dejando mostrar su enfado.

— ¿Trampa? —repitió Haneul— ¿de verdad crees que necesito hacer trampa para ganarte? Quizá deberías aceptar que simplemente no eres tan buena.

Antes de que Haerin pudiera dar una respuesta, decidí interrumpir.

— Parecen dos niñas peleando por un tonto juguete –dije cruzando mis brazos—ya deja de fastidiar Haerin.

— Siempre quitas la diversión, Jeon –soltó un suspiro pesado—pero tienes razón, tengo mejores cosas que hacer.

Sin esperar respuesta, la castaña se retiró, quedando nuevamente Haneul y yo.

— Sigue siendo el mismo fastidio –habló Haneul mientras la veía alejarse—ya es hora de comer, ¿Vamos?

— Adelántate, yo iré al baño. –dije mostrando una pequeña sonrisa.

Haneul asintió y comenzó a alejarse, mientras yo me dirigía a la esquina del pasillo, miré en ambas direcciones antes de seguir el camino que solía llevarme al baño, pero me desvíe hacia un pasillo secundario, donde había aulas que no usaban los maestros. Ingresé en una de ellas, dejando la puerta entreabierta.

Después de unos minutos, escuché unos pasos detrás de mí.

— ¿Esperaste mucho? –preguntó ella mientras le colocaba seguro a la puerta.

— No mucho. –respondí mientras me apoyaba en el escritorio.

Ella se acercó lentamente donde me encontraba, sin previo aviso, la castaña unió sus labios con los míos, dejando que colocara mis manos en su cintura, acercándola más a mí. La intensidad del beso creció rápidamente, con una mezcla de desesperación y deseo que ambos tratábamos de controlar.

— Así que soy un fastidio, ¿eh? –murmuró mientras nuestros labios rozaban.

— ¿Me sobrepasé? –pregunté mientras daba pequeñas caricias en su cintura.

— Lo hiciste perfecto. –dijo para luego besarme.

Bien, retrocedamos un poco el tiempo...

[...]

Un día después del concurso.

¿Tener una aventura? –repetí las mismas palabras de la castaña.

Haerin asintió mientras cepillaba su cabello, ninguno de los dos había dormido en la noche anterior, mi cuerpo estaba adolorido, y en el cuello de Haerin se podía visualizar pequeños chupetones.

Vaya, soy un salvaje.

Esta claro que lo de anoche lo queremos repetir. –la chica se giró colocando su vista en mí.

No lo negaré... –me acomodé sin quitarme las sábanas de encima—pero, ¿Por qué una aventura?

La castaña se quedó en silencio por unos segundos, mientras se subía a la cama, quedando a mi lado.

Esta claro que no sientes amor por mí –dijo soltando una pequeña risa—pero es evidente que hay cierto deseo entre nosotros.

Me quedé en silencio observándola, había algo en su propuesta que me atraía, no podía negar lo que había pasado la noche anterior, ni cómo me hacía sentir estar cerca de ella, pero no podía evitar pensar en Haneul... Aunque ya no había esperanza de que me viera de otra manera, ¿sería justo estar con su peor enemiga?

¿Qué pasará con Haneul? –fijé mi vista en ella.

Pues no tiene que enterarse, podemos fingir que nos odiamos, que no soportamos estar en la misma habitación. –respondió encogiendo los hombros.

Debo aceptar que Haerin y yo somos opuestos, eso era innegable, pero en medio de ese caos había una atracción que no podía ignorar.

Solté un leve suspiro y finalmente decidí hablar.

¡Acepto!

Al escuchar mi respuesta, la chica mostró su sonrisa con cierta malicia en su expresión.

Entonces, es un trato.

No sé en que me estoy metiendo, pero no me disgusta.

[...]

Espero que les guste, pido una disculpa por la tardanza. 

Algo No Esperado| JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora