AXEL
Lizt, mi hermana, se fue del país hace dos días. La extraño. Estoy acostumbrado a verla merodeando por la mansión de Andreik todos los días. Y obviamente a él también lo extraño. Los extraño a ambos, demasiado.
Cuando Ara se enteró de que el Tigre Traumado se había ido del país, se puso un poco mal. Pero, supongo que es lo normal ya que él rompió con ella unas horas antes de marcharse. Últimamente estaba muy decaída. Apenas salía de su habitación, se quedaba allí la mayoría del día, encerrada con sus gatos. Casi ni hablaba. Se aislaba de todos incluso en la Uni. A veces la escuchaba llorar. Tengo entendido que perdió el restaurante de su familia.
Esa pobre chica nació para sufrir.
Pandita había dicho algo como que se iría una temporada con nuestros abuelos —los padres de nuestra madre— para hacerles compañía y también que visitaría al tío Aaron y a su marido, además de que quería tomar un curso para convertirse en modelo profesional, por lo tanto también abandonaría la Universidad de Artes. A ella también la extrañaría.
Rápidamente pasó el tiempo y Miley se fue con los abuelos ya que nuestros padres estuvieron de acuerdo en dejarla ir aunque la casa de los abuelos Smith está bastante lejos y fuera de la ciudad.
Sofía apenas pasaba tiempo en casa. La veía más en la Universidad que aquí. Me había dado cuenta de que casi siempre estaba acompañada por una pelirroja llamada Blossom.
En fin, ¿recuerdan esa fiesta en la que obtendría un pase VIP por una apuesta en la que debía acostarme con la chica de los gatos? Deben recordarla y si no la recuerdan pues yo hago que la recuerden puesto que hoy es esa fiesta.
Uyyy, esto se va a poner fuerte.
Al terminar de vestirme —con una camisa azul oscura y finas líneas verticales de un color morado extra claro, acompañada por un pantalón del mismo color pero sin las líneas—, desordené mi cabello frente a el espejo.
Abrí una gaveta, ahí estaba la máscara que usaría. La máscara era básicamente un antifaz solo que en la parte de abajo, se extiende en forma de colmillo hasta llegar a la comisura de mis labios. Me puse un reloj carísimo y para cuando ya había terminado, el Uber que me llevaría a la fiesta había llegado a mi ubicación.
Subí en él y en un santiamén ya me encontraba rodeado de una mezcla de música pop y electrónica. Me puse la máscara antes de que entrara al lugar. Al entrar, parece que todos centraron su atención en mí. No sé si fueron ideas mías pero el volumen de la música disminuyó.
Egocéntrico hasta la muerte.
No tengo la culpa de ser un billonario guapo.
Mostré una sonrisa de medio lado y me dirigí a la zona VIP donde me esperaban unos amigos. Ellos también eran ricos, aunque no tanto como yo.
Me senté con ellos. Allí habían unas chicas semidesnudas acompañándolos. Me incomodaba esto, pero no dije nada. Eso de tener chicas prácticamente sin ropa frente a mí no era lo mío, bueno, sí lo era, pero no en este tipo de lugares.
Unas manos delicadas comenzaron a masajear mis hombros. Me tensé al instante.
—Relájate —pronunció una voz suave y femenina.
—Gracias, pero no deseo un masaje ahora —dije.
Intenté no ser demasiado brusco cuando aparté sus manos de mis hombros. La chica se sentó entre mis dos amigos en el sofá negro frente a mí. Junto a ellos habían dos chicas más.
La chica que se sentó no tardó en comenzar a ser manoseada por mis amigos. Ella no se veía contenta ni parecía disfrutarlo. Estaba siendo obligada a estar allí. Debe tener la edad de mi hermana menor. Me aguanté las ganas de marcharme o de hacer algo por esa chica.
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BILLONAIRE
RomanceUna prestigiosa Universidad para ricos. Un chico y sus cuatro hermanas populares. Una chica ordinaria, sin dinero. Una fiesta de bienvenida y dos amores por venir. Ara Montez, becada en la mejor Universidad de Arte del país, una matrícula que no pu...