Capítulo 48

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Paseo por el restaurante, de aquí para allá. Cuesta creer que todo esto es mío. Aunque, lo recordaba más sencillo. Ahora la decoración es diferente, se nota que ahora pertenece a un millonario.

Me enteré de que Axel está recurriendo a procesos legales para que el restaurante pertenezca legalmente a mí de nuevo. Olivia es quien me lo dijo. Resulta ser que como tal aún no está a mi nombre, así que pensé mal.

La campanita de la entrada sonó. Volteé hacia allá. Los hermanos Ilianov llamaron la atención de todos los presentes en el AMBERY'S PLACE. De una forma casi artística ambos se quitaron las gafas de sol.

Son unos egocéntricos.

Observaron todo el lugar. Las personas comiendo volvieron a lo suyo al igual que los meseros. La vista de los dos se clavó en mí y con sonrisas vinieron a mi lugar en las sombras.

—Ara —pronunció mi nombre el castaño.

—Cédrick. —Sonreí y le di un abrazo, miré al otro—. Vladymir.

A él también lo abracé. No los veía desde la última función en el Teatro Falls.

Y se ven espléndidos.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarles? —La voz de Olivia llamó mi atención—. Oh, hola, Doña Ara.

Rodé los ojos, suspirando con fastidio. Le he dicho cientos de veces que no debería llamarme así y que sólo Ara está bien. Pero, no me hace caso.

De reojo vi al castaño darle un codazo a su hermano. Miré al frente. El rubio parece un idiota, casi está babeando por Olivia. Está como ido.

Contuve la risa.

—¿Estás bien? ¿Necesitas un vaso con agua? —dijo ella algo preocupada y extrañada.

Me llevé el pulgar y el índice al puente de la nariz. Ahora no sé cuál de los dos es más idiota.

El rubio recuperó su postura elegante y carraspeó.

—No, no, nada —murmuró, avergonzado.

Olivia se fue a hacer su trabajo en cuanto llegaron más clientes y otros se fueron.

Antes aquí no habían meseros, eran las mismas personas para todo quienes cocinaban, llevaban la comida, recogían todo, entre otras cosas. Mi mente viajó a mi tía y a mi prima. Todavía dolía que no estuvieran, pero se aprende a vivir con eso.

***

La felicidad que sentí al saber que el restaurante es oficialmente mío de nuevo no puedo describirla.

Axel me dió la gran noticia. Estaba tan emocionada que no pude evitar abrazarlo. Claro, después fue un poquito incómodo.

Para celebrarlo, decidimos salir a algún lado con sus hermanas y los Ilianov. Lamentablemente, Sofía, Miley, Lizt y Julia no pudieron ir porque tenían cosas que hacer o ya tenían planes. El castaño no pudo asistir tampoco. Pero Vladymir si podría e invitó a Olivia.

Finjamos que no sabemos que es una cita.

Ya luego nos hacemos las sorprendidas.

Olivia alegremente también fue con nosotros. Sólo nosotros cuatro.

Ahora estamos en un local lleno de luces neón moradas y rosadas. Se escucha música electrónica. Al fondo hay un DJ. Hay algunas mesas, sirven comida y bebidas. A un lado de la pista de baile está la barra. La bola esa de las discotecas da vueltas en el techo sobre la pista. Mucha gente baila y salta.

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