—¡Cariño! Ya está el desayuno. —El grito de Jisung se oyó en la casa. Se río al escuchar los pequeños pasos de Felix, su bebé de seis años, casi siete.—
—¿Qué es papi?
El corazón de Jisung brinco en felicidad como siempre, cada vez que escuchaba a Felix decirle "Papá" o "Papi". Después el día uno en que lo vio, supo de inmediato que aquel pequeño sería su hijo.
—Esta vez hice Pancakes con leche caliente.
—¿Puedo tener mermelada?
Jisung entrecerró sus ojos y miro a su hijo, haciéndolo reír con picardía. —Un poco.
Pasaron un desayuno tranquilo, Felix cada día crecía más y más, siempre tenía algo para contar y amaba eso. Su pequeño rayo de sol era un niño lleno de felicidad e irradiaba una brillante personalidad, aun no podía creer que habían pasado casi cuatro años que lo tenia con el, se esforzó mucho para lograrlo.
—¿Quieres ver a la abuela hoy?
—¡Si! ¡Si! ¿Y el abuelo también estará?
Algo se rompió en Jisung, hace cuatro meses su papá había fallecido de imprevisto y aunque ya hablo de la mejor manera con su hijo, este seguía procesando todo. Su Lix piensa que su papá esta de viaje y que en cualquier momento volvería.
—No cariño. Pero también estarán los tíos, Tío Minnie y tío Channie.
—Genial papi.
Una hora más tarde, Jisung cambio a Felix y una vez terminó con su bebe, se cambio en rápidamente. Feliz de que su vida marche bien después de todo, subieron al auto y emprendieron viaje a casa de su madre. La voz dulce de Felix cantando una canción de la radio hizo su viaje muy tranquilo.
Su pequeño rayo de sol, desde el día en que lo vio sabía en su corazón que sería su hijo, al mismo tiempo Felix le recordaba muchísimo a Minho.
Ah, Lee Minho. Su primero en todo, habían tenido su romance en la escuela secundaria y también en la Universidad, años juntos y no podía evitar sentirse melancólico al recordarlo.
Era el o su familia, no estaba molesto con el sino que le hubiese gustado que las cosas sean diferentes. Sin embargo le agradecía también porque gracias a el descubrió cosas que actualmente seguía implementando, como su trabajo y su vida.
Minho le dio el incentivo que necesitaba tanto para el como para su vida. Siempre entendió su decisión, no era fácil ser hijo de empresarios, no era fácil tener una familia disfuncional donde los opiniones de las personas, importaban mucho. Minho nunca fue como ellos, siempre dudo de muchas cosas de la familia Lee pero quedaba en silencio para no involucrarse.
Sonrió sin poder evitarlo y miro a su hijo por el espejo retrovisor. Si, Felix era parecido a Minho, era como tener un pedacito de el.
(...)
—¿¡Que!? —Lee Minho grito a su padre. —¿Qué acabas de decir?
Su padre, lejos de asustarse, se levantó de la silla y dio un paso hacia Minho. —No me levantes la voz.
—Qué. Acabas. De. Decir.
—Lo encontramos.
Minho hace cuatro años atrás recibió una carta de su ex novia, Lia confesándole que al final de todo, había quedado embarazada pero por culpa de su familia tuvo que dejarlo en el orfanato, ella en la tristeza de no poder tener a su bebé fue a terapia y fue diagnosticada con depresión severa, tiempo después decidió terminar con todo eso dejándole una carta a Minho.