•Éxtasis•

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Un trago tras otro, la musica retumbando en sus oidos y el latido de su corazón cada vez más acelerado. Minho tenia sus sentidos al cien, el calor comenzaba a subir de a poco, por todo su cuerpo y sabia que en cualquier momento todo se saldría de control.

Frente a el, un castaño de ojos marrones y sonrisa de encias lo mirada con tal calor que hacía su pulso acelerarse más y más. Nada existia a su alrededor, no importaban todas las personas junto a ellos, no importaban los gritos eufóricos. Habia solo una cosa que le importaba y era la persona frente a el, moviendo su cuerpo al ritmo, bailando y dejandose llevar por todos sus sentidos aumentados.

El sudor bajando en forma de gotas por su cien, sus manos tocandose a el mismo llevando en el movimiento, sus caderas. Minho sonrio lascivo mientras se mordia el labio inferior, sus ojos recorriendo cada curva de aquel increible chico.

—Abrazame cariño. —Le dijo. Fundido en el alcohol que recorria sus venas. Sus ojos parecian brillar y al mismo tiempo lo miraban como si fuese un dios griego. —

Minho lo abrazó. Lo atrapó contra su cuerpo y se aseguró de que nadie más pueda tocarlo. Sus manos se cerraron en aquella cintura de infarto, tan pequeña que lo tenia salivando. Ese era el efecto que Han tenia en el.

Su chico increíble, su novio, dándole uno que otro inocente beso que lo tenia de rodillas, Han sabía como atraparlo y en ese momento, Minho podria decir que estaba al borde del precipicio, tenia tantas ganas de empotrarlo en cualquier superficie plana, quería decirle a todo el mundo que se fuera para tener a su chico a solas y mostrarle todo el amor y afectó que tenía por el.

Han pasó su lengua, humedeciendo sus labios y le sonrió. Jodida mierda, si no estuvieran con tanta gente alrededor, Minho ya lo hubiese desnudado para tenerlo solo para el. Se sentia al borde, se sentia desesperado y podia sentir su pene pulsar dentro de esos incómodos pantalones de cuero que Han le insistió que usará.

—Bebe. —Le susurró sobre sus labios. —¿Porqué no vamos a casa?

Han sonrió, a los segundos levantó su pierna frotándose contra su entrepierna. Negó mordiendo su labio inferior, el maldito lo estaba provocando y a decir verdad, Minho estaba a punto de explotar.

—¿Para que?

¡Oh! Minho podría decirle cada razón por la cual queria irse. Sabia que al menor le gustaba jugar sucio y el, era bueno en eso.

—Por que quiero. —Minho llevó su mano al muslo del menor y apretó, haciendo que sus entrepiernas se encuentren en un golpe fuerte y brusco. —Desnudarte.

—Mmh, convenceme.

—¿Eso quieres? —Han asintió. Minho humedecio sus labios y su mano fue a su culo apretando fuerte. Sonrió cuando lo escuchó quejarse. —Entonces lo haré, bebe.

Minho lo apretó contra su cuerpo, sus torsos juntos y sus entrepiertan tocandose constantemente, podia sentir el calor de su cuerpo siendo uno solo. Mordió su labio inferior y llevó su rostro al cuello blanquecino de Han, el olor de su piel y de su perfume lo hizo girar sus ojos, quería hundirse en el, tener su perfume sobre su cuerpo y los dos estar fundidos en el sudor de una buena sesión de sexo caliente.

—Se que lo quieres. —Susurró en su oido tomando entre sus labios el lóbulo. Han gimio moviendo sus caderas buscando contactó. —Dime que si.

—¿Que ganó yo, cariño?

—Tendrías que averiguarlo. ¿No crees? —Minho sonrió cuando Han quiso enganchar su pierna una vez más en su cadera para tener fricción pero el se alejó levemente. —

Tuvo al menor de frente cuando se alejo y quiso reir al verlo con un leve puchero, sus pupilas dilatadas le dieron a entender que estaba por buen camino. Sonrió apretando sus manos que yacían sobre su diminuta cintura y sin previo avisó, atrapó sus labios.

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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MinSung •[OS]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora