•Loco por ti•

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Han JiSung se despertó seguido de estirar su cuerpo en la cama, miro un momento el techo como si fuese lo más interesante y suspiro.

Se levantó minutos después para tomar una ducha, mientras pensaba en como sería su día hoy y también en porque se sentía tan infeliz. Lo habían engañado ¿Y?

Jisung nunca había sido de esos que se hundian en la miseria o en la tristeza, el idiota de Jake no lo mereceria, el era mucho mejor en todos los aspectos y tenía que estar tranquilo con eso.

¿No? Aunque dolía, dolía mucho pero sabía que era cuestión de tiempo para seguir con su vida. Aún debía pagar un alquiler, comer y seguir trabajando.

-Idiota.

Jisung estaba molesto, dolido pero al mismo tiempo feliz. Tal vez debía aceptar la salida que Hyunjin le venía pidiendo, el era guapo, simpático y un gran partido pero, era aburrido. Y se sentía mal pensar así de el.

-Mejor no. -Se encogió de hombros. -

Era mejor tomarse un tiempo para el, sanar y amarse a si mismo, recién ahí podría tomar la decisión de que alguien entre en su vida.

Llego al trabajo saludando a sus compañeros y yendo a su puesto de trabajo, ordenó todo y quedo sentado allí. Esperando.

Trabajaba hace cuatro años en un Banco, era un trabajo míserable pero no podía quejarse de que le pagaban bien y estaba feliz por ellos pero.

Si, pero quería irse de ahí. No era feliz y de todos sus compañeros había uno que le caía bien y que consideraba amigo, era Bangchan, su grandote amigo siempre lograba ponerlo de buen humor.

Jisung estaba esperando a los clientes habituales que normalmente eran abuelos mientras miraba sus redes sociales, memes y vídeos graciosos que lo último que hacían era hacerlo reír.

-¡Arriba las manos!

Gritos y más gritos, Jisung dejó a un lado su teléfono y se levantó para ver que pasaba. Varios hombres encapuchados corrían de un lado a otro buscando el dinero, joder. ¿Qué más podía pasar? Jisung se tiro al piso ocultandose pero fue en vano.

Un encapuchado se acercó a su vitrina apuntando con un arma que lucia aterradora, esperaba no recibir un disparo.

-Vaya, vaya. ¿Y este bombón?

Jisung cubrió su rostro como si eso fuese a ocultarse del mundo, el ladron se río golpeando la vitrina con su arma y comenzó a silbar.

-Hey bomboncito, dame el dinero y nadie saldrá herido. No quisiera dispararte, no te verías lindo con una bala.

-To-toma todo.

Jisung abrió la casa con las manos temblorosas, sus lágrimas caían sin control mientras sacaba todo el dinero. -Tranquilo mi amor. Tomalo con calma.

¿El idiota hablaba enserio? Jisung estaba apunto de tener un ataque al corazón y el idiota lo trataba con un raro tono de cariño. Miro unos segundos al ladron, sus ojos negros y gatunos lo miraron con anhelo. De pronto su vista se nublo e intento apartar sus lágrimas cuando un disparo se oyó.

-Ah, estos tontos. Hey, hermoso ¿Como te llamas?

-Ji- Jisung.

El ladrón asintió, y se acercó a tomar su mano seguido de levantar su pasamontañas y besar su dorso. Jisung estaba hilarante, era todo tan bizarro que de un momento a otro, todo se volvió negro.

(...)

Un punzante dolor de cabeza se apoderó de el haciendo que brinque en donde sea que estaba acostado. Su vista borrosa lo hizo asustarse hasta que oyó voces.

MinSung •[OS]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora