1: Incertidumbres Nocturnas

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Durante de la primera larga noche en la U.A, luego de terminar con la competencia de habitaciones que se les había ocurrido a las chicas, Kirishima se fue a su habitación.

Estaba exhausto, atormentado por el torbellino de emociones que atravesaban su mente; estaba avergonzado por lo que había ocurrido con Tsuyu, preocupado por el regaño de Aisawa, feliz por la tarde con sus amigos y... ¡Lo que fuera que sintiera por Bakugo!

Es decir, ya lo sabía, maldita sea, estaba perdidamente enamorado del Rubio explosivo, ¡ENAMORADO!, ¿Quién en su sano juicio?...

Aún así, aunque adorara la idea, aunque le encantaban sus mariposas revoloteandole el estómago, los cosquilleos en las puntas de los dedos y aquella sensación de derretirse cada vez que veía ese seño fruncido... Estaba asustado, más que nunca, por sus sentimientos, por sus acciones, en especial después del rescate.

—¿Por qué?— se reclamó a sí mismo. —Soy un idiota.

Se tiró en la cama boca arriba, con sus piernas colgando de ella, reflexionando a detalle cómo debía sentirse y esperando que la respuesta le callera de algún lado.

Pensar en Bakugo en estos momentos lo exaltaba. ¡Ahora estaría viviendo con él, bajo el mismo techo! Apretando con fuerza su pecho y arrugando su camiseta, solo podía sentir como su corazón latía cada vez más rápido y fuerte, casi podía escucharlo, estaba seguro que sus latidos atravesarían las paredes. 

¡Las paredes!, ¡Bakugo estaba tras esas paredes!, no podía con tanto.

Sus pensamientos no daban espera, miles de imágenes pasaban por su mente.

Malas imágenes. 

Bakugo burlándose de él, mandándolo al diablo, rechazándolo, dejándolo a un lado, desvaneciéndose de su vida... Su respiración parecía aumentar, pero a su vez, parecía que no podía respirar lo suficiente; se ahogaba en sus pensamientos, literal y metafóricamente.

≈ Bzzz ≈ Bzzz ≈

Regresó a la vida cuando sintió su celular vibrar. Contesto.

—¿H-hola?

//—Te habla tu conciencia — respondió una voz engolada al otro lado del teléfono.

—¿¡QUÉ!? — pego un grito sobresaltado, quedando sentado de golpe.

//—Jajajaja no sea idiota Eijiro, soy yo, Azumi.

<<Azumi es la mejor amiga de Kirishima, desde que tenía como 3 años. Le cuenta todo, ella es como su lugar seguro. Sabe lo de Bakugo, de sus sentimientos por él y aunque en un principio no lo aprobaba, aun así, siempre está para escuchar sus tonterías y ensoñaciones e incluso, alentarlo -por mucho que se niegue a hacerlo-. >>

—Seguro harías mejor trabajo como mi conciencia que la mía, ¿quieres el trabajo? —dijo el chico en tono afligido.

//—¿Por qué?, ¿ocurrió algo? Además de...

—¡No, para nada!, es solo... Me siento algo extraño.

//—Mmm... No han hablado entonces...

—Se fue a dormir temprano, ¡no tuve oportunidad! — se quejó el Pelirrojo. —Luego del regaño de Aisawa sensei... ¡El hombre estaba furioso, por poco y nos echa de la escuela! —dijo llevándose una mano a la cabeza. —Apenas cruzamos palabra, me dio el dinero que invertí en las gafas de visión nocturna que compré para su rescate...

//—Espera, espera. ¿Cómo que te dio dinero? —dijo la chica sorprendida al otro lado de la línea, seguido de un ruido, como si casi hubiera dejado caer el teléfono.

Atracción explosiva: Kirishima y Bakugo, a través de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora