𝐁𝐚𝐝 𝐁𝐨𝐲. Sesshomaru y Rin (+18)

Revelaciones.

Este capítulo esta dedicado a
CARMENGOL

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El viento fresco de la noche acariciaba los jardines mientras Sesshomaru y Toga llegaban a la mansión de Naraku. La luna llena brillaba en lo alto, iluminando el camino con su resplandor plateado.

Sesshomaru, con su mirada serena, caminaba con determinación hacia la entrada principal, mientras que Toga lo seguía con paso tranquilo pero lleno de autoridad.

Al llegar a las puertas de la mansión, detuvo su paso y se volvió hacia su padre, con su mirada fría y calculadora.

- ¿Vas a decirme por qué debemos estar aquí esta noche? -preguntó

- Es una cena de negocios, hijo mío.

La respuesta de Toga fue breve, Sesshomaru arqueó una ceja, analizando las palabras de su padre con atención. Sabía que Toga rara vez revelaba sus verdaderas intenciones de manera directa, y esta ocasión no parecía ser la excepción.

- ¿Negocios? -repitió, su voz impasible pero con un deje de escepticismo-. ¿Qué tipo de negocios?

- No es el momento de hablarlo, Sesshomaru. Te enterarás ahí dentro.

El tono firme de Toga dejó claro que no estaba dispuesto a discutir el asunto más allá de lo necesario. Su hijo, acostumbrado a la reserva y el misterio que rodeaban a su padre, optó por no insistir más por el momento.

Con un gesto de asentimiento, aceptó la respuesta y continuó avanzando hacia las puertas de la mansión. La imponente estructura parecía observarlos con sus ojos de piedra mientras se abrían lentamente para recibirlos.

A medida que se adentraban más, el sonido de conversaciones y risas distantes llenaba el aire, indicando que la cena ya estaba en marcha.

Finalmente, llegaron al salón principal, donde una mesa elegantemente decorada aguardaba a los invitados. Sesshomaru observó a las personas reunidas con su habitual calma, evaluando cada rostro con atención.

En el elegante salón de la mansión de Naraku, la mesa estaba dispuesta para recibir a los invitados. Byakuya, el padre de Kohaku, ocupaba uno de los lugares principales. Su presencia imponía respeto, y su mirada fría y calculadora exploraba el entorno.

Kohaku, por su parte, se encontraba sentado cerca de su padre, con la apariencia de un joven educado y comprometido, aunque todos sabían que estaba lejos de serlo. En cuanto el peliplata cruzó el umbral de la puerta, su mirada se clavó en él. Ninguno de los dos entendía el motivo por el que fueron reunidos esa noche.

La sorpresa y el disgusto se reflejaron en los ojos del castaño. Aunque exteriormente mantenía la compostura, su mirada asesina revelaba lo que sentía. Conocía la conexión entre Sesshomaru y Rin, y la idea de tenerlo presente, lo llenaba de furia. El hombre de ojos ámbar solo arqueó una ceja en respuesta.

Por supuesto se acercaron a saludar a cada persona que se encontraba en la mesa, en cuanto llegó a él, un fugaz apretón de manos fue el saludo, aunque parecían estar luchando por quien lo hacia con mas fuerza.

Se despegó de quien no le importaba, y paso a saludar a la protagonista de todos sus deseos. Rin esta ahí, sentada a un lado de Kohaku ya que era su prometida. La saludó con un suave beso en la mejilla del que no quería irse jamás.