𝐁𝐚𝐝 𝐁𝐨𝐲. Sesshomaru y Rin (+18)

Rumores.

Kagura caminaba por la casa de su hermano con una pila de papeles que contenían todos los movimientos de la empresa, analizando cifras y proyecciones. Su habilidad para los negocios siempre la mantenía ocupada, incluso en los momentos más turbulentos.

Entró al despacho de Naraku, quien estaba acompañado de su socio Inu-no Taisho, charlando sobre números y la pérdida que aún no cesaba.

-No entiendo el motivo, todo parece estar bien.

- ¿Podría ver los movimientos? es un caso interesante.

-Claro. Kagura, por favor.
Le indicó que deje los documentos sobre el escritorio con un movimiento de su mano.

Ella dejó la pila de documentos con cuidado sobre el escritorio y se retiró de la conversación. Toga continuó revisando las cifras con detenimiento. Su mirada analítica recorría las páginas mientras buscaba posibles irregularidades o patrones que pudieran explicar la pérdida financiera.

Después de un rato de examinar los documentos, levantó la mirada y formuló algunas preguntas clave.

- ¿Ha considerado la posibilidad de que haya alguna fuga de información interna? Podría explicar muchas cosas.

Naraku asintió, reconociendo la importancia de esa posibilidad.

- Es una perspectiva interesante, ¿Crees que deberíamos investigar más en esa dirección?

Toga respondió con determinación.

- Sí, creo que sería lo ideal. No es mi trabajo, pero recuerdo haber visto un caso así anteriormente... ¿será que puedo llevarme una copia de ésta ultima pagina?

Señaló una hoja que le había llamado bastante la atención, a simple vista todo parecía normal teniendo en cuenta que las pérdidas que ya venía teniendo la empresa, pero algo no iba bien.
Naraku accedió y continuaron la discusión, delineando un plan para investigar posibles fugas de información y restaurar la estabilidad en el negocio. La habilidad analítica de Toga se revelaba como un recurso valioso para su nuevo socio y es algo que no pudo dejar pasar por alto.

Mientras tanto, un día tranquilo transcurre en el instituto Shikon Pearl.
El grupo de amigas de Rin trataba de animarla con todas sus fuerzas, puesto que hacía varios dias la castaña no esbozaba ni un indicio de sonrisa.

Kagome contaba chismes animadamente, hablando de quien se le cruce por la vista. Rin la escuchaba atentamente, pero no estaba tan animada como para "chismosear" con su amiga.
Ayame no era tanto de esas cosas, de hecho casi nunca hablaba sobre otras personas si realmente no le interesa.

-Ya que te gusta contar chismes, cuéntanos sobre tu relación con Inuyasha.

Le reprochó su amiga pelirroja cansada de escucharla hablar de los demás.

Kagome rió nerviosa antes de responder.

-Bueno, Inuyasha y yo somos... complicados. A veces parece que estamos en la misma sintonía, y otras veces... bueno, es un desafío.

Las amigas intercambiaron miradas cómplices, esperando más detalles.

-Rin, ¿tú qué opinas de todo esto?

Rin suspiró antes de responder.

-A veces creo que los chismes de Kagome son más fáciles de entender que mi propia vida.

Las risas resonaron en la sala, al menos por un momento lograron sacar a Rin de sus pensamientos sombríos.

- Lamento no poder estar al tanto con ustedes chicas, el tema de la boda me está destrozando.