𝐎.𝐒 «𝐂𝐚𝐬𝐭 𝐝𝐞 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍»

«Agustin Pardella»

Advertencia de contenido:
Ninguna, nomás una borrachera buena

Narrador:

No existe un consejero más fuerte que el alcohol, y vaya que Amaya lo sabía, el último mes había estado perdida en ello ¿La razón? Un argentino que no le daba la más mínima bola, si eran amigos, los mejores según el, pero esto no era suficiente, no para ella

Inmersa en su instagram dió un largo trago a la botella de tequila en sus manos, a este punto el amargo contenido de este se acabaría en menos de una hora

Observo atentamente a las destacadas, una vídeo de ambos, tonteando y diciendo todo tipo de incoherencias que se les ocurría, había sido un día en la casa de Mati, durante un asado para ser más precisos.

La puerta se abrió de par en par, dejando ver a quien menos se lo esperaría, Agustín había hecho acto de presencia luego de recibir una llamada de la mejor amiga de Amaya preocupada por su amiga, unos segundos pasaron hasta que esté se decidió por hablar

–Si te ibas a ahogar en alcohol, me fueras avisado, digo, mínimo para hacerlo con vos– Hablo en dirección de la rubia, la cuál dió un respingo, le había pegado un susto.

Dió un corto vistazo a su sala de estar, era un asco, botellas apiladas en diferentes lugares, observó lentamente su fachada, estaba con una sudadera tres veces más ancha que su torso, estaba con el cabello alborotado y sin contar que apestaba a una liga extraña de tequila vodka y fernet, sin duda alguna la vista era deprimente

–Parece que la fiesta iba de maravilla – hablo de vuelta obteniendo su atención, se le notaba tenso, lo cuál le daba un aire algo sensual.

La chica paso su vista hasta dar con los ojos de su acompañante

–Nomas estaba tranqui chupando, sola– se excuso y este solo asintió.

–Super tranqui, gorda no son ni las cinco y llevas unas siete botellas de tequila ¿Eso es un plan tranquilo, cómo vos decís?

Un silencio se instalo entre ambos hasta que tomo la botella de tus manos, dándole un trago algo considerable

–Dale boludo, con confianza— solto con algo de veneno y este le observa atento.

No pelearía con ella, no en ese estado, sería una completa pérdida de su tiempo

—Vos podés tomar ¿Yo no puedo, cariño?– soltó con frialdad, seguiría su juego, la chica le vio con asombro, no solía ser tan frío con ella.

Nadie dijo nada más luego de eso, eran muy orgullosos para alguno dar el brazo a torcer, el argentino dio un par de tragos a la botella hasta que el contenido había escaseado

[...]

Las horas pasaban y cada vez las botellas se acomodaban por montones, el aire entre ambos se había alivianado, y daban gracias al cielo por ello, ahora ambos se encontraban contando chistes sin sentido

–Bueno bueno voy yo– hablo la rubia y este la observó. Había una vez un osito en una patineta, se cayó y se golpeó¿ Te da risa?– este niega. Pues al osito tampoco

Ambos estallaron en una carcajada como muestra de lo ebrios que ya estaban

–Fue patético, así como vos– la señaló mientras  ambos volvían a reír, a este paso todo les causaba mucha gracia.

–Asi me amas tarado– ataco y este asintió.

–Vení para acá, vamos a hacernos una foto – el mayor saco su celular, tomando la dichosa foto.

De un momento a otro ambos se encontraban bailando una bachata de Romeo, de manera muy torpe, Amaya cayó de golpe al suelo, llevando a Agus a su paso, ambos comenzaron a reír como focas retrasas,para momentos más tarde quedarse abrazados en el suelo,la cercanía era mucha,por lo general el alcohol la hacia más valiente o tal vez solo muy ignorante a lo mal que podría terminar esa situación, tuviera la explicación que tuviera ya no quería darle más vuelta a todo, lentamente se acercó al rostro del mayor,el cual solo se mantenía inmóvil, observando la escena

La chica algo decepcionada decidió retroceder, pero este acortó la distancia y junto sus labios

Tomo su nuca con suavidad para profundizar el beso, ambos llevaban un compás lento, sin segundas intenciones, unos pocos segundos y se habían separado por la falta de aire en sus pulmones, respiraban de manera errática, una vez recuperaron la misma el mayor hablo.

–Vaya, el alcohol te envalentono– soltó con una risilla.

Sonrió achinado sus ojos, para segundos después volver a besarse, está vez con más intensidad, la rubia se sentó sobre las caderas de su contrario, dio un ligero mordisco al labio de la chica para luego separarse, Amaya relamió sus labios, una idea estaba surcando su mente, le diría a Agus lo que sentía, era el momento correcto, y si la rechazaba por la mañana no recordaría nada, para su suerte o desgracia

–Agus– murmuró la chica aún sentada sobre el chico que amaba, no había ni una pizca de malicia en ellos, solo compartían un momento, el mayor se encontraba con la mirada fija en la nuca de la rubia, parecía estar divagando o algo por el estilo.
–Nene, puedes mirarme– de manera casi inmediata este busco esos ojos verde esmeralda tan lindos que tanto le gustaba admirar, en secreto.

– ¿Todo bien?– indago y su acompañante asintió lentamente.

–Necesito contarte algo.

Va que contarle ni que nada, ya se estaba acordando pero no había vuelta atrás

–Te escucho, princesa– hablo con total calma.

–Me gustas, siempre me has gustado – soltó de manera rápida, dejando perplejo a su amigo.

Este dejo caer su mirada en la chica por unos segundos los cuales parecieron eternos, sentía su  corazón martillear con fuerza contra su pecho, casi amenazando con salir por su garganta en cualquier descuido, el cerebro de la rubia comenzó a maquinar, estaba a mil por segundo, parecía que entraría en una crisis nerviosa de tanta tensión que sentía en ese instante

Tal vez no siente lo mismo, se repetía a si misma para que, si eso salía de su boca doliera menos, pero seamos realistas, no estaría preparada para ello ni en un millón de años luz, observo a pardella abrir y cerrar la boca un par de veces hasta que se decidió por hablar

–Nena, es mutuo – soltó para luego sonreír a su dirección, mientras ella se enganchaba a su cuello como un koala

–Te quería, bonita

Murmuró y ambos se quedaron en silencio después de eso, disfrutando simplemente de la agradable compañía el uno del otro

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Bueno gente, no diré nada más que gracias por las vistas, voy a llorar de felicidad

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Se despide

Aleix 🩰