Aviso:
O.S Sobre un libro futuro
Juliana:
Escucho nuevamente el ruido incesante de los altavoces ¿Estaba nuevamente Felipe de fiesta en casa? Esto si que era el colmo, ya estaba cansada de tener que soportar a los vulgares que tiene por amigos mi hermanastro, y ni hablar de lo insoportable que se pone cada que toma alcohol, sin dejar de lado que todo el desorden me tocaba recogerlo para que su madre no descubra que él no es el hijo ejemplar que cree tener.
Repiqueteo contra la pared mientras me decido si bajar o quedarme aquí ignorando todo, a la final ni siquiera era mi casa para molestarme por el desastre que puedan o no hacer.
Me terminó de dar por vencida cuando la música se vuelve más fuerte, a la mierda todo, este animal tenía que escucharme. Salgo de la habitación a todo lo que da bajando las escaleras a toda velocidad.
Camino por los pasillos hasta dar con Felipe en unos de los sillones de la sala con una rubiecita sentada sobre sus piernas riendo de sabrá Dios que pelotudez, doy mis últimos pasos hasta quedar frente a ellos y tomo aire intentando medir mis palabras para no terminar siendo totalmente vulgar.
—¿Podés bajarla a tu música? Es horrenda— protesté ganando solo una risa por parte de mi contrarió.
—Seguí soñando con que lo haré— simplificó y la chica en sus piernas soltó una suave risita.
¿Se está burlando de mi en mi cara? Esto no se podía quedar así.
— Disculpa querida¿Tenés algún tipo de problema conmigo?— pregunté con falsa dulzura, está de seguro que era la novia de este pesado.
La chica cuyo nombre desconozco volteo con una cara de asco total hacia mi y soltó.
—No te hagas la importante chetita— ¿Me acaba de llamar cheta?
—Salí de acá oxigenada— Ella estaba a punto de protestar cuando fue interrumpida por la voz del chico bajo sus piernas.
— ¿Te pasa algo con Vanesa? Andate vos— Soltó con fastidio sosteniendo aún a la chica.
Suelto una risa sin gracia y me doy media vuelta dispuesta a apagar los parlantes, si no querían cooperar tendrían que bancarsela, tan sencillo como eso.
Me muevo rápidamente entre la gente que ya se agrupa a lo largo de la casa ¿De dónde salía tanta gente? Eran sencillamente 80 personas, busco hasta dar con mi objetivo, bingo estaba totalmente sola y a mí disposición, estaba por llevar a cabo mi plan cuando un chico mucho más alto que yo se interpuso en mi camino.
—¿Que planeas hacer pelotudita?— muerdo la parte interna de mi mejilla para no caer en sus provocaciones, soy mejor persona que estos villeros.
Intento nuevamente llegar hasta el rincón donde estaban situados los parlantes pero en lugar de eso quedé en medio de un grupo de chicos que fácilmente me doblaban el tamaño.
—Eh mirá, ya quiere venir a joder la morochita— Logró distinguir la voz de Andrés a mis espaldas y eso logra desatar mi poca cordura.
Me doy vuelta reuniendo la mayor valentía posible y lo enfrenté.
—Y vos qué hablas, gato¿Lo turro no te deja pensar bien?— Escupí con bronca y algo parecido cambiar en su semblante de burla, ahora la rabia era evidente en sus fracciones y me sentí tan pequeñita ante su mirada.
—Cuida tus palabritas morocha tonta— sentenció mientras me apuntaba con su dedo
Otro insulto más y le volteo la cara de un cachetazo.
—Ya entiendo porque Pipe no te aguanta, sos infumable posta— Lo advertí.
Me vuelvo rápidamente hacia el juntando fuerzas de no se dónde y solté el golpe su mejilla logrando desestabilizarlo un breve momento de la impresión, una risa maliciosa abandono sus labios y dijo.
—Mirá lo fierita que sos, así debes de ser en la cama ¿o no?— Soltó cínicamente siendo seguido de un montón de palabras igual o peor de obscenas que esas como. Mostrá que traes debajo de esa camisa de River, suertudo él gil que se la garche a la cheta y mil cosas más horribles que esas.
Intento nuevamente impactar mi mano sobre la mejilla de un chico de rulos pero este detuvo mi mano en el aire como si nada fuera.
Me alzó con rapidez y me subió a su hombro como si fuera un saco de papas, camino con rapidez hacia fuera de la casa y parecía no importarle mis gritos patadas y rasguños en su cuello, nada parecía frenarlo por nada del mundo.
—Un poco de agua fría para que se te pase lo perra odiosa—Esnifo con bronca y fue lo último que escuché antes de sentir el frío impacto del agua contra mi cuerpo.
Cierro los ojos rápidamente y trato de volver a la superficie lo antes posible, mi espalda dolía por el impacto y si me quedaba más tiempo dentro me acabaría por enfermar, una vez en la superficie me fui rápidamente hacia mi habitación oyendo a esa cuerda de maleducados burlarse de mi.
Sentía molestia, ¿Por qué debía aguantar estos malos tratos? Estaba muchísimo mejor antes de venir aquí, busco algo seco en mi placard, una vez lista me senté en mi cama buscando algo para hacer pero fui interrumpida por unos toques en mi puerta, camino con fastidio hasta llegar a la misma y la abrí sin prestar mucha atención a quien estaba allí
—Qué quilombo acabas de hacer allá abajo— escuché la voz medio molesta de Felipe y reí antes de decir.
—¿Solo a eso viniste? Te aviso que si me llegó a enfermar vos me vas a pagar las medicinas— Hablé poniéndome de pie frente a él de brazos cruzados.
—Vos a mi no me estás amenazando, no te conviene — Sentenció acercándose peligrosamente a mi y logré percibir claramente el olor nauseabundo a Fernet con coca cola.
—Y andate bien a la concha de tu madre, gil— traté de empujarlo pero solo logré quedar contra la pared.
Sentía su pesada respiración sobre mi cuello y mi respiración casi se lanza del segundo piso, calma juliana.
—Parece que la chetita es más villera que cualquiera allá abajo— murmuró arrastrando las palabras entre sus labios, una sonrisa ladina tiro en sus labios.
—Alejate boludo—Susurre débilmente al sentir sus respiraciones y el susurró.
—Dame un beso y lo haré—hablo con simpleza y negué.
—Entonces te lo doy yo a vos y ya está — soltó y sentí sus labios sobre los míos.
Me quedé estática, esto estaba mal, realmente mal, pero a quién quiero engañar, Yo también quería ésto, desde la primera vez que lo ví lo deseaba.
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𝐎.𝐒 «𝐂𝐚𝐬𝐭 𝐝𝐞 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍»
Fanfiction𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐜𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐒𝐃𝐋𝐍, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨𝐬. 𝐋𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥�...